En 2023 ya solo dos de ellos pueden decir que no conocen el ‘infierno’ de la Serie B. El 11 de diciembre de 2016, el Internacional perdió la categoría tras 107 años de historia. El 8 de diciembre de 2019, el Cruzeiro bajó después de 98 años en la élite. El pasado miércoles le tocó al Santos. El octacampeón nacional, tricampeón continental y bicampeón mundial cayó en descenso en la última jornada y se despide de la máxima categoría del fútbol brasileño. Tras su catástrofe, ya solo quedan en pie el Flamengo y el São Paulo.

No hay duda de que fútbol es caprichoso. Los ‘Peixe Alvinegro’ han consumado la peor temporada de su historia en su primer año sin su eterno ídolo, Pelé, que falleció el pasado 29 de diciembre de 2022. No ganar en ninguna de las últimas cinco jornadas les ha pasado factura.

Tras consumarse el descenso en su propia casa, en el Estadio Urbano Caldeira, los aficionados del club de la ciudad de São Paulo han mostrado su enfado. Después del partido y a lo largo de toda la noche han protagonizado altercados en la ciudad: han incendiado las calles, quemado coches y creado un ambiente de tensión inaudito.

Por su parte, el club ha compartido un simple, pero claro mensaje en sus redes sociales después del partido: «É meu amor, primeiro amor, eterno amor».

En todas sus redes sociales, el equipo brasileño ha sufrido ataques, burlas y reproches de sus aficionados y de hinchas de otros clubes.

Si el Santos es la cara negativa de la ciudad de São Paulo, el Palmeiras es todo lo contrario; felicidad, campeón y un Endrick que ya está preparado para dar el salto al Real Madrid. El atacante de solo 17 años ha liderado a su equipo a lo largo de la temporada. Ha anotado 14 goles y ha repartido un pase de gol en 53 partidos esta temporada para ser el máximo goleador sub-17 en una mima edición de la liga brasileña superando a Neymar. En la última jornada de la Série A anotó el tanto contra el Cruzeiro para cerrar su mejor año y consolidarse como una de como una de las mayores jóvenes promesas del fútbol mundial.