Anapo Aspirantes Muertos

A un año de la tragedia: Familiares de aspirantes muertos en la Anapo exigen respuestas

Tegucigalpa. El primer aniversario de la trágica muerte de tres aspirantes a policías auxiliares en circunstancias misteriosas en la Academia Nacional de Policía (Anapo) ha dejado a sus familiares sumidos en el dolor y la incertidumbre, ya que hasta ahora no han recibido respuestas claras sobre lo que sucedió.

En este doloroso día, los familiares de las víctimas se unieron a sus representantes legales para comparecer afuera del Ministerio Público y exigir que el caso avance con celeridad, ya que hasta la fecha, ninguna autoridad les ha proporcionado una explicación definitiva de las muertes.

El abogado que representa a las familias de las víctimas, Víctor Fernández, destacó que «las víctimas no son meros adornos en la investigación, son el foco principal y esperamos que se inicie una investigación adecuada».

Además, enfatizó que este caso debe ser de interés público, ya que, si se demuestra que hubo negligencia o responsabilidad en estas muertes, sentaría un importante precedente en la búsqueda de justicia en el país.

Fernández lamentó la falta de avances en la investigación y señaló que, hasta ahora, las autoridades no han presentado un informe que explique la causa de las muertes ni las circunstancias que llevaron a esta tragedia.

El abogado expresó que tanto los familiares como sus representantes legales están decididos a seguir buscando respuestas y aclarar lo sucedido en esta tragedia que cambió sus vidas para siempre.

El sueño que se convirtió en pesadilla

Los tres jóvenes fallecidos, Jairo Josué Martínez (28 años), un licenciado en informática; Ronal Javier Coello Coello (34 años), un abogado; y Kevin Jackniel Mejía (29 años), un médico, llegaron a la sede de la Anapo el 11 de septiembre del año pasado con la esperanza de formarse como policías auxiliares durante tres meses. Buscaban una oportunidad de empleo estable que habían anhelado durante mucho tiempo.

Las familias de los jóvenes los despidieron en la puerta de ingreso de la Academia. Horas después, recibieron la devastadora noticia de que dos de ellos habían fallecido, mientras que el tercero luchaba por su vida.

Varios aspirantes más también fueron llevados a diferentes hospitales con síntomas graves, y se especularon diversas teorías sobre lo sucedido, desde golpizas hasta la posible exposición a gas lacrimógeno como parte de una «iniciación». Sin embargo, las autoridades negaron estas alegaciones.

La Secretaría de Seguridad prometió llevar a cabo una investigación exhaustiva y destituyó al entonces director de la Anapo. Los médicos forenses realizaron autopsias a los fallecidos, pero hasta la fecha, no se ha revelado ninguna conclusión definitiva sobre las causas de las muertes.

Se ha mencionado que la posible causa podría ser la asfixia, aunque no se ha determinado si fue intencional o el resultado de problemas de salud preexistentes.

El portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, señaló que los pulmones colapsados son la coincidencia principal en los cuerpos de las víctimas, lo que afectó a otros órganos como los riñones y el corazón.

Se sabe que los estudios forenses fueron enviados a Estados Unidos para su análisis, pero hasta la fecha, no se han revelado detalles sobre los resultados obtenidos, dejando a las familias en busca de respuestas en el primer aniversario de esta tragedia inexplicada.

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