Tegucigalpa.- El jefe de la bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, criticó duramente la estrategia de seguridad del gobierno, señalando como un fracaso la decisión de retirar a los militares de las calles y enviarlos de vuelta a los cuarteles. A través de su cuenta personal en la plataforma «X» (anteriormente conocida como Twitter), Zambrano manifestó que el gobierno no debería buscar excusas por los resultados en materia de seguridad.

Este comentario se produjo en referencia al reciente anuncio del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) sobre nuevas medidas para combatir la criminalidad organizada en el país. Entre estas medidas, el CNDS sugirió que el Congreso Nacional reforme el Código Penal para clasificar a los miembros de maras, pandillas y bandas de crimen organizado como terroristas cuando cometan delitos graves como narcotráfico, sicariato, extorsión, secuestro, tráfico de armas, asociación ilícita y lavado de activos.

Zambrano enfatizó que estas acciones delictivas ya están consideradas como actos de terrorismo según el Decreto 6-2017 y el actual Código Penal, ambos en vigor desde 2017. Criticó al gobierno por, según él, engañar al pueblo con propuestas que ya están legisladas y vigentes, insistiendo en que las leyes actuales ya clasifican a las maras y pandillas como organizaciones terroristas.

“Libre NO tiene excusas, fracasaron en el tema de seguridad porque mandaron a los militares a sus cuarteles. Las acciones delictivas de los grupos de crimen organizado, maras y pandillas son delitos imprescriptibles y constituyen actos de terrorismo, posición que adoptamos en el… pic.twitter.com/GWNxHrWihD

— Tommy Zambrano (@TommyZambranoM) June 15, 2024

«Dejen de mentirle al pueblo, apliquen la Ley penal sin excusas porque las maras y pandillas ya son organizaciones terroristas en Honduras», concluyó Zambrano, reafirmando su postura de que una aplicación estricta de la ley es necesaria para erradicar la criminalidad en el país.

La crítica de Zambrano refleja una creciente tensión política sobre la mejor manera de abordar la crisis de seguridad en Honduras, subrayando la necesidad de una estrategia clara y efectiva para enfrentar los desafíos que plantean los grupos criminales organizados.