Así de contundente fue la breve respuesta que el abogado defensor Raymond Colon, dio a los periodistas al salir de la Corte en Nueva York.

Conocida la novedad que este jueves resultó imposible para el Jurado llegar a un veredicto, el abogado de la defensa, Raymond Colon expresó en torno a las expectativas que asoman. “Podría ser inocencia… bueno inocencia no… no culpable, o podría ser culpable, quién sabe; pero si llegan a un veredicto en el primer cargo, pues el caso se termina a favor de él”, reconoció con desdén.

Aunque con ello vendría la obligatoria apelación confirmó Colon. Es de resaltar que el ánimo entre el cuerpo de la defensa era tétrico, deprimente, como de presagio que el caso se les va de las manos.

“Hemos recibido notas (del jurado), nunca se sabe lo que están pensando, podría ser inocencia, no culpable o podría ser culpable”, expresó el togado.

Posteriormente, dijo que “si llegan a un veredicto en el primer cargo, el caso se termina”, refiriéndose a la acusación de conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos.

En las últimas horas, los jurados vieron dos facetas de Juan Orlando Hernández, esto cuando el acusado, decidió subir al estrado a testificar. ¿Narcotraficante a gran escala o paladín continental de la lucha contra el crimen organizado?

Cada parte, fiscalía y defensa, trabajaron para presentar sus propias versiones al jurado, quienes ahora tienen la tarea de elegir el destino del exmandatario.

JOH, como es conocido popularmente, fue dos hombres de manera casi simultánea, el narcotraficante y el jefe de Estado que alegó haber liderado una cruzada antidrogas jamás vista en Honduras.

Fue la segunda persona cuando de manera cómoda, respondió a las preguntas de sus defensores, y el segundo cuando evitó las interrogantes de los fiscales.

Doce neoyorkinos (porque la ley indica que el jurado debe estar integrado por ciudadanos de la jurisdicción de la Corte), son ahora los responsables de decidir, cuál versión del expresidente hondureño pesa en su veredicto, la del político que combatió narcotraficantes o la de un hombre que dirigió un Estado cuyo peso utilizó para convertir a su país en un “corredor abierto” al movimiento de cocaína.