La pregunta es, quiénes serán estos dos nuevos conspiradores y a qué están ligados; política, empresarial u otros.

Un documento de 96 páginas fue entregado al abogado Colón en mayo del año pasado, en donde figuraron nuevos códigos alusivos a otros conspiradores que de entrada no figuraban en el expediente con nombre y apellido.

Llama la atención que el documento venía con sustanciales novedades, por ejemplo, que la numerología de los co-conspiradores pasó de números a letras.

En la numerología anterior los co-conspiradores llegaban hasta CC-9 en una ampliación al documento del 16 de enero del 2024.

También llama la atención que, durante el juicio, los fiscales estadounidenses evitaron siempre hablar de los co-conspiradores en el juicio recién realizado en contra del exmandatario, Juan Orlando Hernández.

Algunas personas que han dado seguimiento de cerca a los sucesos relaciones en torno a este juicio consideran que durante el mismo hubo mucha información que no se reveló, en el afán de salvaguardarla para nuevos procesos que seguirán contra quienes fueron cercanos en la conspiración por la que se juzgó al expresidente Hernández.

Y una muestra de ello es que durante el último día de deliberación del jurado trascendió había algunas fotografías que no fueron presentadas durante el juicio a pesar que habían sido aceptadas de manera preliminar, como indica la ley estadounidense.

De esa forma se salvaguardó el valor de tales pruebas y podrán ser utilizadas en un futuro. De ahí también que haya surgido la necesidad de cambiar la numerología.

Los Nuevos Códigos

Así es que el tribunal, por una preponderancia de las pruebas, que pueden incluir referencias a las propias declaraciones de oídas, siempre que otras pruebas independientes corroboren el hecho de la participación del acusado en la conspiración "); véase también United States v. Parker, 554 F.3d 230, 238 (2º Cir.

2009) (que describe una "conspiración en cadena" en la que "quien establece un negocio continuo de venta de drogas en grandes cantidades al por mayor sabe que el éxito de su negocio de venta depende

de la capacidad de sus clientes para revender a otros, quienes a su vez revenderán a otros, hasta que el

producto finalmente se vende a consumidores minoristas"). CC-5 y CC-6 utilizaron la jerga española "Cuas" para

se dirigieron entre sí, lo que reflejaba amistad y familiaridad, y las comunicaciones demostraron que CC-5 y CC-6 habían trabajado juntos anteriormente en el tráfico de drogas. (Ver Ex. E en 2:11 ("[Siempre eres muy puntual al pagarme.")). Las comunicaciones también indicaban que CC-XX y CC-YY habían trabajado previamente con la persona que les ofrecía el servicio de Tony Hernández.

"TH" sellaba cocaína, y que CC-5 y CC-6 consideraban que la relación era sensible. (Id. en 5:11 (Él es el único que me da..")); id. en 4:3 ("Como esto nunca había sucedido, tenían que esperar así J"); id. en 4:11-13 (*Le respondo tan pronto como envía un mensaje porque si no, podría tener una idea equivocada, que perdí algo, ya sabes. Es mi

responsabilidad de mantenerlo informado." // "Sí, Cuas, yo soy el mismo.")).

Finalmente, las comunicaciones entre CC-5 y CC-6 promovían la conspiración porque se relacionaban con tratos criminales anteriores, una deuda de drogas pendiente entre CC-6 y su "cliente" y negociaciones de drogas en curso entre CC-5, CC-6 y proveedores intermedios de la cocaína de Tony Hernández relacionados con la compra de cientos de kilogramos con el sello "TH" en Honduras. Por ejemplo, Estados Unidos contra Maldonado-Rivera, 922 F.2d 934, 959 (2d Cir. 1990) (fallo)

Se cumple el requisito de "en cumplimiento" cuando las declaraciones "buscan inducir la asistencia de un cómplice. Indica el documento en su traducción libre al castellano.