Durante su entrevista en el programa En La Mira, que se transmite por Q´hubo tv con el periodista Carlos Martínez, el psiquiatra Javier Uclés, analizó los recientes incidentes de violencia entre la población y la reacción virulenta de políticos y gobernantes en nuestro país.

Para el especialista en problemas mentales el mayor problema reside en aquellas personas que ostentan cierto grado de poder sobre todo entre los políticos y funcionarios de gobierno, sobre todo cuando se trata de una pelea entre opositores y oficialistas.

“Hay una imagen muy representada y es cuando se instaló este Congreso y terminaron agarrándose a patadas y todos. Los diputados hicieron eso y están dispuestos a seguirlo haciendo las veces que quieran”

Según Uclés se han perdido valores importantes que lleven a las relaciones pacíficas. Sino, todo lo contrario.

Refiriéndose al caso del alcalde sampedrano Roberto Contreras, quien recientemente ha sido señalado de mantener una actitud agresiva con su vocabulario contra varias personas. En ese sentido el psiquiatra indicó que puede deberse al poder que ahora ostenta

“El poder es algo interesante, así como la gente lo sueña, anhela, lo aprovecha y explota. Es algo que no cualquiera lo sabe manejar y hay muchas personas que están en el poder y no saben que hacer con ese poder”

El galeno indicó que con ese poder los funcionarios suelen volverse agresivos, territoriales, sin pensar en las consecuencias como ha sido en caso de algunos funcionarios que han sido descubiertos en estado de ebriedad o bajo efectos de otras sustancias.

“Cuando una persona tiene poder y no lo sabe manejar es un arma mortal y eso plantea la existencia de una tríada compuesta por: poder, dinero y fama. Cosas que hacen que la gente producto del embrutecimiento, de tipo político, los hace creer que pueden aprovecharlo para hacer daño”

En ese sentido, el psiquiatra advertido que genera una esperar donde los funcionarios de grado mayor contagian a sus subalternos con esta condición mental.

“El político se regocija, se deleita y se comporta de una manera irracional para gratificarse en su propio bien estar y poder” de esta manera se llega a una situación peligrosa al punto de compararse con un delincuente en las calles”

Para el especialista algunas de las figuras políticas del país pueden estar experimentando lo que en términos médicos se conoce como “la enfermedad de Hubris”, descrita como la enfermedad del poder.

Lamentablemente, al ser una nación pobre y limitada en varias maneras todos quieren tener poder para “sacarle el jugo”, para mandar, violar leyes y cometer delitos, pero “el poder enferma, embrutece y mata”.

También indicó que hay una mezcla peligrosa que no cualquiera la puede sobrellevar, que es cuando una sola persona tiene poder, fama y dinero, la puede llevar a tener reacciones nunca pensadas.

¿Cuál es el detonante de la ola de violencia en el país?

Para el doctor las condiciones sociales han hecho que la población acumule muchas emociones negativas, (rabia, ira, desencanto, pobreza, desempleo) acumulándose dentro de cada persona.

Lo hondureño “no solamente están frustrados, sino que amargados y violentos” y todas esas emociones se suman y se observan situaciones como la ocurrida en el bulevar Morazán de Tegucigalpa. cuando una mujer discutió con un hombre mientras portaba un arma en mano.

El especialista indicó que esto es un fenómeno sobre el que pocas veces hay control, mientras que existe otro grupo de hondureños que abandonan el país, provocando vergüenza y desnaturalización.

Situaciones de riesgo provocadas por impulsos negativos

Según el especialista, mientras la gente busque más cerrarse en su propio mundo cerrándose en las emociones negativas aumenta la posibilidad de que se den este tipo de incidentes

Al mismo tiempo aseguró que esto se debe también en parte del narcotráfico “que Honduras es el gran productor y narcotraficante de drogas, sin dejar de lado el consumo de las drogas”.

Estas situaciones pueden traer situaciones como muertes y suicidios. Mientras que cada vez menos las personas se toman un respiro antes de entregarse a la violencia sobre todo si existen armas de por medio.

En ese sentido, el especialista indicó que mientras más empeoren las condiciones de vida, de las personas están expuestas a más energía negativa y por ende aumentan las posibilidades de que algún incidente ocurra.