El director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Mario Martínez, confirmó que a esta fecha, todavía hay mucho bosque muerto a consecuencia del gorgojo descortezador, lo que empeora el panorama.

Como una inmensa cantidad de combustible para los incendios forestales, considera el ingeniero Martínez, todos los bosques que aún cuentan con grandes extensiones de árboles secos como producto de esta plaga que afectó entre el 2013 y el 2017.

“Muchas de esas zonas del país tienen ese escenario con bastante combustible forestal, el cual, por su puesto, es como tener una bomba de tiempo en el terreno, puesto que con los incendios ese material es más difícil de controlar los incendios”, expuso el director del ICF.

Dio a conocer que a nivel nacional cuentan con una estrategia para enfrentar este ardiente flagelo, es mediante el trabajo coordinado, esto a través del Comité Nacional de Protección Forestal, que agrupa a 16 entidades.

Lo paradójico en este caso es que como parte del plan de protección, se realizó una campaña para motivar a la población a la prevención. “Sin embargo hoy por hoy, en las últimas dos semanas han existido tantos incendios de forma simultánea, que ha rebasado nuestra capacidad de respuesta, teniendo que priorizar a qué incendio se atiende”, lamentó.

A su consideración, este panorama ha puesto de manifiesto la enorme vulnerabilidad del bosque hondureño y que la población no tiene conciencia del impacto de los mismos.

“Puesto que después de los incendios hay efectos y uno de los más inmediatos es que agudiza el problema de la escacez de agua, el humo que además de afectar al ambiente también afecta a la salud de la población, destrucción de hábitat para la fauna silvestre y para empeorar, favorece a la reproducción del gorgojo”, censuró el ingeniero Martínez.

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