Fiscales y altos funcionarios de Estados Unidos han emitido declaraciones en respuesta a la condena del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández por cargos de narcotráfico. Destacaron que esta sentencia envía un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley y que los responsables de enviar drogas a EE.UU. enfrentarán consecuencias.

El fiscal federal Damian Williams enfatizó que «tengo la más sincera esperanza de que esta convicción envíe un mensaje a todos los políticos corruptos que considerarían un camino similar: elegir de manera diferente. Mi Oficina no se detendrá ante nada para investigar y procesar a los responsables de enviar veneno a esta comunidad, sin importar su estatus o poder político».

Por su parte, el Fiscal General Merrick B. Garland señaló que «Juan Orlando Hernández abusó de su posición como Presidente de Honduras para operar el país como un narcoestado donde a los narcotraficantes violentos se les permitía operar con virtual impunidad. Obligado a sufrir las consecuencias. Como lo demuestra la condena de hoy, el Departamento de Justicia está perturbando todo el ecosistema de redes de narcotráfico que dañan al pueblo estadounidense, sin importar qué tan lejos o cuán alto debamos llegar».

La administradora de la DEA, Anne Milgram, añadió que «cuando el líder de Honduras y el líder del Cartel de Sinaloa trabajan mano a mano para enviar drogas mortales a las comunidades estadounidenses, ambos merecen rendir cuentas en Estados Unidos. Este caso debería enviar un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley ni fuera de nuestro alcance».

Hernández fue declarado culpable de conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, uso y porte de ametralladoras para promover la conspiración de importación de cocaína, entre otros cargos. Se estima que, junto con sus cómplices, traficó más de 400 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos durante su mandato como presidente de Honduras.

El caso fue manejado por varias agencias estadounidenses, incluida la DEA, y contó con la cooperación del Gobierno de Honduras para la extradición de Hernández a Estados Unidos. Varios de sus cómplices ya han sido declarados culpables y sentenciados en relación con esta investigación.

Este caso resalta los esfuerzos conjuntos de las agencias estadounidenses y la determinación para combatir el narcotráfico a nivel internacional. La condena de Hernández representa un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas.