Tegucigalpa. Varios expertos en arbitraje nacional e internacional han coincidido en que la decisión de Honduras de retirarse del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) no detendrá la llegada de nuevas demandas contra el país, e incluso podría acelerarlas en los próximos meses.

Odir Guillén Leiva, reconocido jurista en la materia, señaló que, aunque Honduras denuncie el tratado, si ha otorgado consentimiento previo, la jurisdicción del CIADI seguirá vigente.

«A pesar de que denunciemos el tratado, si hemos otorgado consentimiento anterior, siempre la jurisdicción del CIADI está ahí potencialmente existe jurisdicción», afirmó Guillén Leiva.

Dennis Hércules, otro experto en la materia, hizo referencia al caso de Venezuela como un indicativo de lo que podría suceder con Honduras. Tras la denuncia del convenio, Venezuela recibió nueve demandas adicionales, lo que sugiere que la salida del CIADI no necesariamente cierra la puerta a nuevas controversias.

Juan Diego Lacayo, otro especialista, advirtió sobre los riesgos de renunciar al derecho de designar árbitros, lo que podría perjudicar la defensa del país en futuras disputas. «Nos estamos haciendo el harakiri solo, hay que tener cuidado con eso», señaló Lacayo.

Los expertos resaltaron que la permanencia en el CIADI envía un mensaje positivo a los inversionistas, al otorgarles confianza en un mecanismo para resolver disputas.

Sin embargo, también destacaron que el CIADI es solo uno de varios instrumentos disponibles y que lo más importante es contar con un sólido estado de derecho reconocido internacionalmente.

A pesar de las críticas, la salida de Honduras del CIADI se alinea con otros gobiernos de tendencia izquierdista en la región, como Venezuela, Bolivia y Ecuador, aunque este último ya ha retornado al acuerdo bajo un nuevo mandato.

La decisión de abandonar el CIADI plantea desafíos legales y estratégicos para el país centroamericano en un momento de incertidumbre económica y política.