Tegucigalpa.  La sombra del temor se cierne sobre la libertad de prensa en Honduras, pues, en los últimos años, al menos 100 periodistas han sido asesinados en el ejercicio de su labor, revelando una realidad alarmante que enfrenta la profesión. El más reciente caso, el asesinato del periodista Francisco Ramírez Amador, quien, pese a contar con medidas de protección, se convirtió en la víctima número 100, según datos de C-Libre (Comité por la Libre Expresión).

Ramírez, empleado de Canal -24, se suma a la trágica lista de periodistas que han perdido la vida, a pesar de las medidas implementadas para garantizar su seguridad. Aunque organismos internacionales lamentan su muerte y exigen una exhaustiva investigación, el panorama de impunidad que rodea estos casos persiste.

La directora de C-Libre, Amada Ponce, resalta que el asesinato de Ramírez marca el sexto caso durante el Gobierno de Xiomara Castro y el segundo en lo que va de 2023. Además, señala la falencia en las instituciones encargadas de proteger a los comunicadores, evidenciada por la falta de aumento en la escolta solicitada por Ramírez el pasado noviembre, un mes antes de su trágico desenlace.

“Con el asesinato de Francisco, ya llegamos a los 100 asesinatos de periodistas y comunicadores sociales desde 2001 a la fecha, se trata del sexto periodista asesinado durante el Gobierno de Xiomara Castro y el segundo de 2023”, expresó.

La representante del Comité por la Libre Expresión enfatiza que Francisco Ramírez Amador era beneficiario de medidas de protección y estaba bajo el resguardo del Consejo Noruego para Refugiados debido a un atentado en mayo del mismo año. A la espera de una resolución para obtener estatus migratorio, no llegó a tiempo para el comunicador.

La representante de la ONU en Honduras, Alice Shackelford, expresa su consternación y comparte que Ramírez le había manifestado su temor. «Es terrible escuchar del asesinato del periodista Francisco Ramírez, bajo medidas de protección. Un llamado para prontas investigaciones», declara Shackelford.

La situación genera preocupación sobre otros periodistas amenazados, como señala Dina Meza, directora ejecutiva de Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (Asopodehu). Destaca la falta de protección efectiva y la lentitud de trámites en el Mecanismo de Protección. Las amenazas persisten, y los casos quedan en la impunidad en más del 90 % de los incidentes.

Ante este panorama sombrío, asociaciones de periodistas y organismos internacionales instan a realizar investigaciones exhaustivas que no queden en el olvido. La muerte de Francisco Ramírez resalta la urgente necesidad de garantizar la seguridad de quienes ejercen la valiente labor de informar y de abordar las deficiencias institucionales que permiten que estos crímenes continúen en la impunidad.