San Salvador.- El gobierno de El Salvador ha dado un paso significativo hacia la incursión en el uso de energía nuclear, firmando acuerdos con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Aunque los detalles sobre el inicio y la implementación del proceso aún no están claros, esta medida representaría un hito en Centroamérica, convirtiendo a El Salvador en el primer país de la región en adoptar este recurso controvertido.

La firma de los «instrumentos legales» con el OIEA fue anunciada por el director general de Energía, Hidrocarburos y Minas, Daniel Álvarez, y la vicecanciller Adriana Mira a través de la red social X. Sin embargo, se carece de información sobre cuándo y cómo se llevará a cabo esta inversión, así como la existencia de estudios técnicos que respalden esta decisión.

Álvarez enfatizó que el objetivo principal es descarbonizar la matriz energética del país y promover su desarrollo. Considera que el uso de energía nuclear con fines pacíficos representa un punto de inflexión para el sector energético salvadoreño, destacando los avances logrados en comparación con décadas pasadas.

En caso de concretarse, El Salvador se uniría a un selecto grupo de países con plantas de energía nuclear en América Latina, que incluye a México, Brasil y Argentina. Según datos de la OIEA, estas plantas generan una cantidad considerable de energía, representando un porcentaje significativo de la capacidad instalada en la región.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha señalado que la energía nuclear, junto con otras fuentes de energía de bajo carbono, desempeñará un papel crucial en el futuro energético de la región. La demanda de electricidad está en constante aumento y se espera que siga creciendo en las próximas décadas.

Al cierre de 2023, la matriz energética de El Salvador estaba dominada por recursos no renovables, con una notable dependencia del gas licuado y el búnker. Los recursos renovables representaban una parte considerable, incluyendo hidroeléctrico, geotérmico, fotovoltaico, biomasa y eólico. La integración de la energía nuclear en esta matriz energética planteará desafíos y oportunidades, especialmente en términos de seguridad, sostenibilidad y diversificación de fuentes de energía.

Tomado de La Prensa Gráfica