Tegucigalpa. Una exhaustiva veeduría social llevada a cabo por la Red Nacional de Veedores y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) ha puesto al descubierto una situación alarmante en los establecimientos de salud pública de Honduras. Los resultados de este estudio arrojan luz sobre la aguda escasez de medicamentos e insumos médicos, poniendo en riesgo la calidad y accesibilidad de los servicios de atención médica en el país.

Según el informe, el 76 % de médicos y enfermeras del sistema de salud pública admitieron enfrentar la escasez de insumos necesarios para brindar una atención adecuada, lo que repercute directamente en la calidad de los servicios médicos ofrecidos. Esta realidad se refleja en las palabras de uno de los médicos.

«Nos vemos constantemente limitados por la falta de medicamentos e insumos básicos, lo que compromete nuestra capacidad para atender adecuadamente a los pacientes», detalló un galeno.

Por su parte, el 59 % de los pacientes encuestados indicaron haber recibido los medicamentos completos prescritos por sus médicos, lo que evidencia una preocupante falta de acceso a tratamientos vitales para su salud.

«Es desesperante no poder acceder a los medicamentos que necesito para tratar mi enfermedad. Esto pone en peligro mi vida y la de muchos otros», indicó un paciente.

La veeduría también reveló que, a pesar de que se utilizó el 91 % del presupuesto asignado para la adquisición de medicamentos, una cantidad considerable de personas aún enfrenta dificultades para acceder a los tratamientos necesarios. Esta situación se agrava aún más por el hecho de que el 47 % de los pacientes manifestaron no contar con los ingresos económicos suficientes para adquirir los medicamentos recetados.

Los efectos adversos de esta crisis en el suministro de medicamentos no se limitan solo a la falta de acceso, sino que también se traducen en consecuencias graves para la salud pública. Tanto pacientes como personal de salud han reportado casos en los que la ausencia de medicamentos ha empeorado la condición de las personas, e incluso se han registrado casos de fallecimiento debido a esta situación.

A pesar de estos desafíos, el informe también destaca una ligera mejora en la dispensación de medicamentos a los pacientes, pasando de un 37 % en abril a un 59 % en diciembre. Esto sugiere que los esfuerzos por mejorar los procesos de compra y distribución están dando resultados, aunque aún queda mucho por hacer.

Ante esta crítica situación, la ASJ ha instado a tomar medidas urgentes para mejorar el suministro de medicamentos e insumos médicos en los centros de salud pública. Recomienda la implementación de un sistema de información actualizado para respaldar la gestión de estos recursos, así como el fortalecimiento de las unidades de compras y el desarrollo de un plan logístico integral para garantizar su distribución efectiva a nivel nacional.

«Estas medidas son cruciales para mejorar el acceso y la calidad de la atención médica en Honduras. Es fundamental que las autoridades tomen acciones concretas para abordar esta crisis y garantizar el derecho fundamental a la salud para todos los hondureños», dijo un presresentante de la ASJ.

La situación actual plantea un desafío urgente para las autoridades de salud del país, quienes deben actuar de manera decidida para resolver esta crisis y asegurar que todos los ciudadanos puedan acceder a los tratamientos médicos que necesitan para vivir una vida saludable y digna.