Tegucigalpa.- En una escena caótica, el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza, ubicado en la capital de Honduras, se encuentra abarrotado de personas provenientes de diversas regiones del país. Largas filas se extienden frente a sus puertas, mientras los empleados celebran asambleas informativas.

Un rótulo en el portón principal anuncia que a partir del lunes 29 de enero se entregarán medicamentos, pero se suspende la consulta externa. La medida ha generado inconformidad entre los hondureños, quienes se ven obligados a viajar largas distancias para obtener atención médica en este centro asistencial.

En entrevistas con Radio América, se refleja la frustración de los pacientes y sus acompañantes. Algunos relatan experiencias previas de falta de medicamentos y acusan a la administración de estar más enfocada en negociaciones salariales que en brindar atención médica efectiva.

La población expresa su malestar, argumentando que han venido en múltiples ocasiones a reclamar medicamentos sin obtener respuestas satisfactorias. La cancelación de la consulta externa agrava la situación, generando preocupación y gastos adicionales para quienes dependen del hospital.

Los empleados, según relatos de los entrevistados, justifican la situación alegando la falta de pago de horas extras. Esto ha provocado largas filas frente al hospital, creando un ambiente de tensión entre los afectados.

La espera se torna angustiante para los pacientes que han invertido tiempo y recursos en su viaje hacia el hospital. La incertidumbre sobre la entrega de medicamentos agrega más presión a una situación ya complicada.