En el Juzgado de Olanchito, Yoro, se decidió a favor de 11 individuos señalados como miembros de la pandilla Barrio 18, quienes habían sido arrestados por su presunta participación en diversos delitos, incluido el asalto de una joyería en Sabá, Colón.

Esta decisión causó sorpresa e incomodidad en la Unidad Metropolitana de Prevención (UMEP-17), cuyo subcomisionado, Marcos Nahun Andara, expresó su desconcierto en el noticiero Diario Matutino de radio HRN.

Andara detalló que los once individuos fueron llevados ante el juzgado bajo sospecha de los delitos de atentado, portación ilegal de armas de uso prohibido, portación ilegal de armas de uso comercial y asociación para delinquir.

Los hechos se remontan al 15 y 16 de abril, cuando se detuvo a 12 presuntos pandilleros del Barrio 18 en la aldea Terreros de Olanchito, tras recibir información de la policía de Sabá, Colón, sobre su huida hacia ese lugar después del asalto a una joyería en dicho municipio.

Durante la operación, los sospechosos fueron localizados y al ser requeridos, abrieron fuego contra los agentes, quienes respondieron con sus armas, logrando capturar a seis individuos mientras que otros lograron escapar. Además, otras seis personas fueron detenidas el 16 de abril, incluido el presunto líder del Barrio 18 en el Litoral Atlántico.

El subcomisionado lamentó la liberación de los presuntos pandilleros, considerando que el caso fue manejado adecuadamente por la policía. Señaló que las personas debían ser acusadas por el delito de robo de automóvil y por el asalto a la joyería, pero ese caso debía ser llevado en Colón, ya que fue en esa jurisdicción donde ocurrieron los hechos.