San Pedro Sula. –La Ruta 7 en San Pedro Sula ha quedado nuevamente paralizada debido a una nueva amenaza ocurrida el día de ayer, donde una banda criminal entrego un teléfono extorsivo a uno de los conductores, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros. A pesar de la vigilancia policial en la zona, esté evento ha generado un ambiente de temor tanto en conductores como en usuarios del transporte público, quienes ven con preocupación el incremento de la actividad criminal.

Los conductores de la Ruta 7 han condenado enérgicamente los ataques perpetrados por estructuras criminales, manifestando su temor por sus vidas y las de sus pasajeros. La inseguridad ha generado un clima de angustia, afectando significativamente su capacidad para trabajar y brindar un servicio esencial a la comunidad.

A pesar de los esfuerzos por mantener una vigilancia policial constante, los conductores lamentan la falta de efectivos necesarios para resguardar las unidades y garantizar la seguridad en su labor diaria. Esta carencia ha dejado a muchos sin la protección adecuada, incrementando el riesgo de sufrir agresiones y extorsiones.

En este contexto, los afectados claman por una ayuda urgente, ya que la situación ha alcanzado niveles incontrolables. La ola de criminalidad que impera en este sector del norte de Honduras enfrenta a los conductores y usuarios a un futuro incierto, generando un llamado desesperado a las autoridades para que se tomen medidas efectivas y se devuelva la tranquilidad a las calles de San Pedro Sula.