En los últimos meses, la violencia y el narcotráfico han desencadenado una crisis en varios sectores de Honduras, especialmente en los departamentos de Olancho, Atlántida, Cortés y Francisco Morazán, que presentan un preocupante aumento en los índices de violencia.

Según afirmó Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) los grupos que se dedican al narcotráfico han sembrado el terror y han cometido asesinatos en la población.

En Olancho, la situación es especialmente grave, con localidades como Catacamas y Juticalpa siendo focos de violencia y miedo, lo que ha llevado al departamento a ser considerado uno de los más violentos del país. Además, se ha observado un incremento en los hallazgos de cultivos de coca, marihuana y narcolaboratorios en la zona del Patuca.

A pesar de los esfuerzos de la Secretaría de Seguridad por evitar más muertes, el narcotráfico sigue un paso adelante, implementando nuevas tácticas dentro de las organizaciones criminales, según señaló Ayestas.

La experta enfatizó que el problema de las drogas persiste; el narcotráfico solo cambia de estrategia y de líderes, y aunque se logre la extradición de implicados, la producción de cocaína continúa y las narcoavionetas siguen llegando al país.

Ayestas sugirió enfocarse en la prevención de la violencia, educando a las personas para que eviten la violencia, no se involucren en el crimen organizado y evitar que las maras y pandillas recluten a niños y adolescentes.

En comparación con el año pasado, se ha observado una ligera disminución en la violencia. Mientras que en el primer trimestre del año pasado se registraron 10 homicidios múltiples con 38 víctimas, en los primeros cinco meses de este año se han reportado 11 homicidios múltiples con 35 víctimas. Se han registrado dos incidentes múltiples donde mujeres han sido involucradas.

Cortesía: Proceso Digital