La Organización de la Policía Criminal (INTERPOL)  tiene alrededor de 716 denuncias de personas desaparecidas, entre ellos,  530 menores de edad expresó con preocupación el especialista en temas de seguridad , Leonardo Martínez, situación que alarma y deja al descubierto los niveles de criminalidad que se han opoderado de Honduras.

El caso más reciente y notable por la   cobertura mediática que recibió es el de los cinco jóvenes capitalinos raptados y asesinados por miembros de la pandilla 18, en ese sentido, Martínez explica que esto no es nuevo en el país “desde hace tres años para acá y este 2024 la situación se ha recrudecido y deja en evidencia como están ejerciendo el control las estructuras criminales”.

Actualmente la INTERPOL  tiene 716  alertas amarillas de personas desaparecidas y entre ese número 530 son menores de edad, añadió.

El especialista asocia estas desapariciones con el modo de operar de las grupos delictivos, explica que “ahora no asesinan en los barrios o colonias, lo que hacen es raptarlos o asesinarlos en el lugar e irlos a dejar a otro lugares solitarios como pasó con el caso de los jóvenes de Tegucigalpa”.

Para el experto este reciente hecho además deja al descubierto “el tema de desaparecidos por problemas de pleito de territorio en el país”.

El señalamiento de Martínez se refuerza con tres cementerios clandestinos que se han encontrado en San Pedro Sula en la zona conocida como Los Carmenes, donde han aparecido cadáveres de personas que por no contar con el equipo necesario resulta imposible saber la identidad de las mismas y cuantas se encuentran en el lugar.

“Eso no entra a estadística porque no hay manera de saber cuántas personas  hay”.

El entrevistado ve con preocupación que ahora no solo de estructuras de maras y pandillas, hay otras estructuras que están tomando el control,  “en este mes tuvimos raptos colectivos en Ramal del Tigre en Tela y se  están volviendo frecuente este mecanizmo”.

Estado de Excepción

A criterio del Martínez el estado de excepción no ha funcionado “hay barrios y colonias donde existe la “paz romana” una paz impuesta por la violencia pero es  a través de las maras y pandillas no de la policía.

Para el caso explicó que en Chamelecón hay 90 policías cantidad de agentes que está por debajo de la media para llenar el estándar de seguridad.

Agregó además que “las comunidades han sido resilientes y prefieren adoptar las condiciones por los grupos para no tener conflictos con ellos”.

Finalmente respecto a la intención de modificar leyes para incrementar penas o determinar como terrorista a los cometan acciones criminales Martínez “los criminales no les tienen miedo a la cárcel de Honduras, le tiene miedo a cárceles en Estados unidos y tampoco le tienen miedo a la imposición de penas altas”.

Remarcó que en Honduras no hay problemas de leyes, sino de aplicación de las mismas”.