Tegucigalpa, Honduras.– La diputada por el Partido Salvador de Honduras (PSH), Claudia Ramírez, ha expresado una firme oposición a los planes de construcción de una cárcel en la Isla del Cisne. En una reciente publicación en su cuenta de X, Ramírez manifestó que “Honduras no necesita una cárcel en la Isla del Cisne que debería ser un patrimonio de la humanidad, además es un área protegida, de donde se sacaron el permiso”.

La diputada destacó la importancia de la preservación de la Isla del Cisne, un área protegida, e hizo referencia al acuerdo número 3066-91 del 30 de octubre de 1991, el cual establece la obligación del Estado de velar por la conservación de áreas nacionales y la creación del parque nacional marino “Isla del Cisne” en el departamento de Gracias a Dios. Este acuerdo subraya el compromiso de Honduras con la protección de su patrimonio natural y la biodiversidad.

Ramírez también aprovechó la ocasión para criticar la ausencia de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), señalando que la verdadera necesidad del país es la llegada de esta entidad. “Lo que se necesita es la CICIH, pero no vendrá porque acá los que gobernaron y los que gobiernan tienen cola que les pisen”, añadió en su posteo, sugiriendo que la falta de voluntad política impide la instalación de la comisión.

Las declaraciones de la diputada Ramírez han generado un amplio debate en las redes sociales y entre los sectores políticos y ambientalistas del país. Muchos comparten su preocupación por el impacto ambiental que tendría la construcción de una prisión en una zona designada como área protegida y la importancia de cumplir con los compromisos internacionales de conservación.

Hasta el momento, las autoridades no han emitido una respuesta oficial sobre los permisos o estudios de impacto ambiental que justificarían la construcción de la cárcel en la Isla del Cisne. La situación sigue en desarrollo y se espera que en los próximos días haya más pronunciamientos al respecto.

La controversia sobre la Isla del Cisne subraya la necesidad de un equilibrio entre el desarrollo de infraestructuras de seguridad y la conservación del medio ambiente, un desafío constante para los países con vastos recursos naturales como Honduras.