VIDEO| ¡Era trampa, no tragedia! Desmienten historia del hombre que cargaba ataúd con supuesto hijo muerto

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Mientras las imágenes del hombre conmovían a Honduras, las autoridades aseguran que no hubo tal fallecimiento y que el hecho es una farsa cuidadosamente montada.

Puerto Cortés, Cortés. La historia de la imagen de un hombre cargando sobre su espalda un saco con un pequeño ataúd que conmovió a miles de hondureños, resultó ser una farsa.

“Hemos hecho las investigaciones correspondientes y al pueblo hondureño le decimos que esa noticia es falsa. En los días señalados no ha fallecido ningún menor de edad, mucho menos en esas condiciones”, declaró el jefe asistencial del hospital de esa localidad, Marlon Arias.

El médico explicó que se comunicó con la jefatura de Pediatría y con el área de gestión social, y que ninguno de los registros ni protocolos del centro respaldan el relato difundido.

“Sabemos que tenemos limitaciones, pero este hospital está funcionando. Atendemos a diario con compromiso y profesionalismo. Esta noticia nos hace daño”, agregó.

Durante un recorrido por las instalaciones, el equipo médico mostró que el hospital sí cuenta con personal, medicamentos y servicios activos.

Algunos pacientes confirmaron haber recibido buena atención.

La versión fue confirmada por algunos usuarios de redes sociales, quienes también desmintintieron la historia. Para el caso, Annth Bonilla denunció que el domingo por la noche, frente a la clínica Ferraro en San Pedro Sula, le entregó 200 lempiras al mismo hombre:

“Nos dijo que venía del Catarino, que su hijo había muerto y que iba para Pinalejo. Le di dinero para un taxi porque teníamos una emergencia y no podíamos ayudar más. Pero después lo vi en otras partes, con otra versión”, explicó.

Bonilla expresó preocupación y pidió a las autoridades que verifiquen el contenido del ataúd:

“Si en verdad llevara un cuerpo, después de tantos días ya debería estar descompuesto y con mal olor”.

A su testimonio se sumaron otras historias similares de años anteriores, lo que ha llevado a ciudadanos a creer que el sujeto estaría utilizando un ataúd vacío para estafar mediante la lástima.