Tegucigalpa. Wilmer Cálix, dirigente del transporte público en Tegucigalpa, ha hecho un llamado urgente al Gobierno de Honduras debido a los retrasos continuos en el pago de un bono compensatorio o subsidio establecido. Este subsidio, que asciende a unos 200 millones de lempiras, es vital para mantener la calidad y modernización del servicio en varias ciudades principales del país.

«Lamentablemente, hay una deuda pendiente cinco meses del bono compensatorio (subsidio) de las tarifas, un acuerdo que se ha llegado con el Gobierno de la República para mantener nosotros la tarifa y que no se golpee al usuario”, dijo el transportista.

Cálix advirtió que estas demoras no solo afectan la operación diaria del servicio, sino también los planes de modernización del sector, que incluyen la actualización de buses y la mejora en la calidad del servicio. «Estos atrasos de pago vienen a atrasar la modernidad y viene a perjudicar al usuario», afirmó.

La situación ha generado una considerable inquietud entre los transportistas, quienes han mostrado paciencia hasta el momento, evitando medidas extremas como paros de labores, mientras esperan una solución. Sin embargo, ante la falta de avances, los líderes del sector se reunirán para discutir posibles acciones a seguir.

El acuerdo entre el gobierno y los transportistas, firmado el 12 de abril de 2022, tenía como objetivo evitar un aumento en las tarifas y mejorar el servicio al usuario mediante la modernización de las flotas. A pesar de haber asignado un fondo de 240 millones de lempiras para cubrir este subsidio, los pagos han sufrido importantes demoras, afectando directamente a operadores en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choluteca y La Ceiba.

La falta de pago pone en peligro la estabilidad del transporte público y la satisfacción de los usuarios, lo que subraya la urgencia de una pronta solución por parte del gobierno.