Será el tercer ‘Derby della Madonnina’ de la historia en la Champions League. Si el de 2002/03 y el de 2004/05 se tiñeron de ‘rossonero’, el Inter quiere cambiar la historia casi dos décadas después del último enfrentamiento europeo ante sus vecinos. La capacidad adquisitiva de los clubes y la calidad de las plantillas ha bajado, pero la rivalidad se mantiene inctacta. Además, la capital económica de Italia sigue ostentando un récord de mucho mérito: es la única ciudad europea con dos campeones de la Champions o Copa de Europa.

Pero para llegar hasta aquí, el camino de ambos ha sido diferente. El Milan, campeón del pasado ‘Scudetto’, eliminó en octavos de final al Tottenham… y en cuartos al Napoli, que partía como favorito. En grupos fueron segundos tras el Chelsea, dejando fuera a Salzburg y Dinamo de Zagreb. El Inter, por su parte, superó el ‘Grupo de la Muerte’ junto al Bayern y eliminó al Barcelona. Después, fue el verdugo de los equipos portugueses eliminando a Oporto y Benfica.

El momento actual, no obstante, favorece al Inter de Simone Inzaghi. «Es EL derbi, no ocultemos la importancia de este partido. Queremos afrontarlo de la mejor manera posible», confiesa el de Piacenza, que ha recuperado la confianza de la grada. En la final de Coppa Italia, tercero… sus delanteros (Lukaku, Dzeko y Lautaro) han vuelto a su mejor nivel. El Meazza y la parte ‘nerazzurra’ de Milán sonríen. Llegan con confianza.

Al otro lado, en cambio, hay una duda: Rafael Leao. El luso sufrió una elongación en el último partido de Serie A y su presencia en la ida será un enigma hasta horas antes del partido. «Si está bien, juega. Sino, no estará… por la calidad y características que tiene debe estar al 100%», avisaba Pioli sobre la estrella del equipo ‘rossonero’, que si bien ganó a la Lazio hace unos días, está sufriendo en este tramo final de temporada.