“Cada vez que llueve se forma un lodazal, los autos se dañan y el paso se vuelve imposible. Las calles están llenas de huecos, los carros no pueden pasar sin riesgo de romperse, y encima las aguas estancadas se han convertido en un criadero de zancudos”, denuncian los ciudadanos.
Según los vecinos, la situación ha empeorado y generado un ambiente insostenible para quienes habitan la colonia. Además, afirman que las malas condiciones de las calles han generado un aumento en los problemas de salud, especialmente relacionados con las picaduras de los zancudos, que son vectores de enfermedades como el dengue.
Los residentes del bloque 22 de Villa Ernestina piden a la alcaldía de San Pedro Sula que no solo reparen las calles, sino que también implementen un sistema de drenaje adecuado para evitar la acumulación de aguas y reducir el riesgo de enfermedades. Los pobladores están dispuestos a organizarse para hacer oír sus voces y exigir una solución inmediata.