“Desarme necesario para controlar la violencia”: Pastores de Tegucigalpa abogan por medidas urgentes

Desarme Necesario Para Controlar La Violencia Pastores De Tegucigalpa Abogan Por Medidas Urgentes

Tegucigalpa. La Asociación de Pastores de Tegucigalpa y Comayagüela (APT) ha hecho un llamado urgente a las autoridades competentes para que se implemente un desarme general en el país, como una medida para combatir la creciente violencia y criminalidad que afecta a los hondureños. La solicitud surge a raíz del alarmante aumento de muertes violentas registradas en los últimos meses, especialmente aquellas relacionadas con el uso de armas de fuego.

El pastor Walter Zapata, secretario de la APT, expresó que la situación en el país requiere acciones inmediatas y contundentes para frenar los altos índices de violencia. “Se les está solicitando a las autoridades competentes o a las que sean responsables para que haya ese desarme; necesitamos controlar la violencia”, destacó Zapata en una declaración ante los medios de comunicación.

Zapata enfatizó que en la actualidad es común que cualquier persona porte un arma, lo que aumenta significativamente el riesgo de hechos violentos. Según el líder religioso, los permisos de portación de armas se otorgan sin una evaluación psicológica adecuada de los solicitantes, lo que podría contribuir a que individuos con inestabilidad emocional tengan acceso a estas herramientas de violencia. “El fin de semana una persona sacó su arma y empezó a hacer disparos, donde a una muchacha emprendedora le fue quitada la vida”, relató Zapata, aludiendo a un trágico hecho ocurrido recientemente.

Violencia armada en cifras

En lo que va del año 2025, al menos 35 personas han muerto a causa de armas de fuego, mientras que en 2024 el total de muertes violentas relacionadas con el uso de estas armas alcanzó las 200 personas. Según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), en promedio siete personas mueren diariamente debido a hechos violentos.

El informe también señala que un alarmante 90% de las víctimas de estos crímenes fueron ejecutadas con armas de fuego, lo que subraya la urgencia de implementar medidas más estrictas sobre el control y la portación de armas en el país.

Ante este panorama, la APT hace un llamado a la reflexión y a la acción por parte de las autoridades gubernamentales para frenar la violencia y proteger la vida de los hondureños, especialmente de aquellos que, como los pastores y líderes comunitarios, trabajan cada día por la paz y la convivencia en la sociedad.