Tegucigalpa. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) ha renovado su llamado a las autoridades hondureñas para que reviertan el decreto que establece el estado de excepción en el país.

El Conadeh instó a abordar el problema de la inseguridad de manera más razonable, a través de una política de seguridad ciudadana con enfoque de derechos humanos y de género.

Desde la implementación del estado de excepción, el Comisionado Nacional de DD.HH. ha advertido sobre el riesgo de detenciones arbitrarias y posibles escenarios de tortura en Honduras.

Daniel Cáceres, director del Observatorio Nacional de Derechos Humanos del Conadeh, expresó su preocupación por el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que destaca los abusos ocurridos en el marco de este estado de excepción.

«Anualmente, el Conadeh atiende más de 10,000 quejas por violaciones a los derechos humanos en el país», señaló Cáceres. Además, enfatizó que desde diciembre de 2022 hasta febrero de 2024 se han presentado más de 400 quejas contra miembros de los cuerpos de seguridad del Estado.

Entre las preocupaciones del Conadeh se encuentran los informes de abuso de autoridad por parte de agentes policiales, especialmente en casos de pérdida de objetos durante detenciones. Cáceres también mencionó la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los órganos de Naciones Unidas de derogar el decreto que establece el estado de excepción.

«En nuestros diferentes informes hemos evidenciado que existen problemas en cuanto a las detenciones de personas y el registro de los detenidos que, eventualmente, propician o dan escenarios a posibles desapariciones forzadas y eventuales ejecuciones extrajudiciales», agregó Cáceres.

La titular del Conadeh, Blanca Izaguirre, también advirtió sobre los riesgos asociados con el estado de excepción, señalando que «no es la solución» para la crisis de seguridad en el país.

El Departamento de Estado de Estados Unidos ha expresado su preocupación por la situación de los derechos humanos en Honduras, especialmente debido al prolongado estado de excepción y al aumento de la violencia de género, según un informe reciente.

Las denuncias de prácticas de tortura, detenciones arbitrarias y corrupción gubernamental han sido motivo de alarma para las autoridades estadounidenses.