Tegucigalpa. Las estadísticas reveladas por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) de Honduras han generado preocupación, ya que muestran que alrededor del 48.5% de los casos de VIH en el país se concentran en solo tres ciudades: San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba.

Según los datos proporcionados, San Pedro Sula lidera la lista con 10,154 casos de VIH diagnosticados, seguido por Tegucigalpa con 8,039 casos y La Ceiba con 2,311 casos. Estos números reflejan una realidad alarmante en cuanto a la prevalencia de esta enfermedad en el país.

La principal vía de transmisión sigue siendo la sexual, representando el 97.5% de los casos. Sin embargo, se destaca que desde hace años, el Estado ha invertido considerablemente en medicamentos antirretrovirales, según explicó Maradiaga, coordinadora de la Defensoría de Personas con VIH del Conadeh.

«Hay momentos en que tenemos uno u otro medicamento que no está a disposición, pero son periodos bien cortos porque siempre se está en ese proceso de compra y la SESAL lo ha asumido de manera adecuada”, detalló Maradiaga.

A pesar de los avances en el tratamiento del VIH, el Conadeh denunció violaciones a los derechos humanos, específicamente relacionadas con requisitos matrimoniales. La solicitud de pruebas de VIH como requisito para contraer matrimonio ha sido calificada como una flagrante violación a los derechos de las personas con VIH y sus familias.

Maradiaga destacó que la Ley Especial de VIH establece que los alcaldes municipales solo pueden requerir un certificado de haber recibido un curso prenupcial como medida de prevención. Esta práctica discriminatoria, contraria a la ley, está presente en algunas alcaldías del país.

El Conadeh instó a los gobiernos municipales a erradicar esta práctica, asegurando que las personas con VIH tienen el mismo derecho que cualquier otro ciudadano a contraer matrimonio, y que su estado de salud solo concierne a la pareja, no a las autoridades municipales ni al público en general.

Estas revelaciones resaltan la importancia de promover la conciencia y la protección de los derechos humanos de las personas con VIH en Honduras, así como la necesidad de erradicar el estigma y la discriminación asociados a esta enfermedad.