Tegucigalpa. El alcalde de Texiguat, Erick Mejía, se defiende ante las acusaciones de deslealtad al Partido Liberal, argumentando que no le debe obediencia a nadie. La controversia surge luego que la semana pasada recibiera en su municipio a la precandidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada.

Mejía, quien enfrentará su segunda audiencia de descargo el 30 de enero ante el Tribunal de Honor del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), sostiene que su recibimiento a la precandidata no debería ser motivo de expulsión.

«A mí se me quiere crucificar solamente por haber recibido en el pueblo de los soldados de Morazán a una precandidata presidencial de Libre«, expresó Mejía, subrayando la convivencia entre liberales y libres en Texiguat, un sentimiento que asegura se replica en los 298 municipios del país.

El alcalde destaca que su lealtad política se debe principalmente a su pueblo, que lo eligió en noviembre. «Yo no le debo obediencia a nadie, lo que soy no se lo debo políticamente más que a mi pueblo», afirmó Mejía.