«Nuestra bancada no está compuesta por personas que ingresaron a la política para enriquecerse», afirmó Nasralla, mencionando a otros miembros de su partido presentes en el viaje. «No somos millonarios, pero tenemos los recursos para movernos».

El designado presidencial también desafió a cualquiera que cuestione el financiamiento del viaje a presentar pruebas, indicando que estarán dispuestos a hacerlo el martes 10 de octubre.

Nasralla señaló que, a pesar de ser el » vicepresidente de Honduras» , no ha utilizado su posición para solicitar seguridad o alimentación para viajar a Estados Unidos. En cambio, su principal preocupación es que la comunidad internacional comprenda que en Honduras el estado de derecho está prácticamente roto.

El líder del PSH destacó la importancia de que la Organización de Estados Americanos (OEA) se dé cuenta de que Honduras no respeta la separación de poderes y que la presidenta Xiomara Castro está ejerciendo presión sobre el Congreso Nacional para que tome decisiones a favor de su gobierno.

Nasralla también quiso aclarar que Xiomara Castro llegó al poder gracias a una coalición y no porque en Honduras haya un respaldo masivo al comunismo, haciendo hincapié en que el país tiene muy pocos seguidores de la ideología rusa, nicaragüense o venezolana.

En cuanto al lobby realizado por Hugo Llorens, exembajador de Estados Unidos en Honduras, Nasralla destacó que ha sido efectivo en crear una percepción errónea sobre la situación en Honduras. Sin embargo, advirtió que «Honduras depende de Estados Unidos y que ni China ni Rusia pueden sacar al país de sus problemas». 

Las declaraciones de Salvador Nasralla han generado debate y atención en el ámbito político hondureño, subrayando la complejidad de la situación actual en el país centroamericano.