Washington, D.C. – El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado la Ley de Prevención de Extorsión Extranjera (FEPA, por sus siglas en inglés), marcando un paso significativo en la lucha contra la corrupción a nivel internacional. Esta legislación permite la persecución penal de funcionarios o líderes extranjeros involucrados en actos de corrupción, específicamente aquellos que exijan o acepten sobornos de empresas estadounidenses.

La FEPA abarca a cualquier funcionario extranjero, ya sea actual o anterior, incluyendo empleados ejecutivos, legislativos, judiciales o militares, así como familiares inmediatos o asociados cercanos. La ley tiene jurisdicción sobre aquellos funcionarios que acepten sobornos mientras se encuentren en territorio estadounidense, en relación con la obtención o retención de negocios.

Transparencia Internacional, capítulo Estados Unidos, ha aplaudido la iniciativa, destacando que la FEPA representa un avance significativo en la lucha contra la corrupción extranjera. Scott Greytack, director de promoción de Transparencia Internacional de EE. UU., considera que esta ley brindará «justicia real» a las víctimas de la corrupción en todo el mundo.

Greytack enfatiza que la FEPA tiene el potencial de eliminar la corrupción extranjera desde su origen, convirtiéndola en la ley de sobornos extranjeros más amplia y consecuente en casi medio siglo. Hasta ahora, la legislación estadounidense criminalizaba a las empresas que ofrecían sobornos a funcionarios extranjeros, pero no penalizaba a aquellos que exigían o aceptaban dichos sobornos.

Con la FEPA, Estados Unidos busca imponer un costo a aquellos que amenazarían a sus ciudadanos con demandas de soborno, y las empresas estadounidenses enfrentarán consecuencias más severas por su participación en prácticas corruptas en el extranjero.