La venta del dólar alcanza los 25.9874 lempiras, generando alarma por el inminente impacto en los precios de alimentos, tecnología y medicamentos.

Tegucigalpa. El precio de venta del dólar estadounidense alcanzó los 25.9874 lempiras, una cifra que pone en alerta a economistas y ciudadanos, al estar apenas a un centavo de cruzar la temida barrera de los 26 lempiras. Este fenómeno, que podría parecer técnico o poco relevante, tiene un impacto directo en la economía del hondureño promedio.

Al respecto, el economista Ismael Zepeda, fue enfático al explicar cómo este comportamiento afecta al costo de vida en el país.

“Se habla de que el 60% de los bienes y servicios de la canasta básica son importados, es decir, se cotizan en dólares la mayoría de estos bienes para producir en nuestro país. Según la empresa privada, de alrededor del 80% de bienes y servicios para producir en nuestro país, es decir, imaginemos la tecnología, la maquinaria, lo que tiene que ver con insumos, aún los agrícolas que en algunos casos se importan de la región centroamericana, Guatemala, El Salvador, etc.”, detalló Zepeda.

El experto agregó que la devaluación de la moneda no es un fenómeno nuevo, pero que se ha intensificado recientemente.

“Y es por eso que cuando se va depreciando la moneda, aunque sea de a poco, como se ha venido dando en este gobierno, no obstante, acelerado en estos últimos ocho meses de casi un lempira, o sobrepasando un lempira, o en este año alrededor de 50 centavos, pues preocupa porque encarece los bienes y servicios”, señaló.

Según el economista, los hondureños ya están pagando más por alimentos, medicinas, celulares, computadoras, utensilios de uso diario y otros productos esenciales.

Zepeda también advirtió que esta situación no solo es económica, sino que tiene un fuerte componente político:

“En mi opinión, sobre todo porque también fue un tema de campaña cuando el gobierno era oposición, es decir, hay hasta un video de la presidenta Xiomara Castro diciendo que la depreciación era una imposición”, recordó.

En ese sentido, el especialista dejó entrever que frenar la devaluación es posible si se considera la voluntad política y se adoptan medidas macroeconómicas que favorezcan la estabilidad de la moneda.