Xiomara Castro impuso resolución en la CELAC con estilo autoritario y sin escuchar disidencias, cuestiona analista 

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Que solo 30 países hayan aprobado el documento, resta legitimidad internacional, criticó el experto. 

Tegucigalpa. La presidenta Xiomara Castro ha sido señalada por actuar de forma dictatorial durante la reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Honduras. Según denunció el abogado Héctor Pérez, analista político, la mandataria impuso la aprobación de una resolución sin permitir el disenso, ignorando las normas diplomáticas básicas para lograr el consenso regional.

“La verdad es que Honduras perdió”, afirmó Pérez. “La resolución no se aprobó por unanimidad como lo establece el protocolo diplomático. Tres países —Nicaragua, Paraguay y Argentina— se abstuvieron, quedando fuera del respaldo oficial. Solo 30 países aprobaron el documento, lo que le resta legitimidad internacional”.

Para el jurista, la forma en que se dirigió la votación fue un reflejo del estilo de gobierno de Castro. “Cuando un gobierno recurre a un mecanismo dictatorial para aprobar una resolución, demuestra incapacidad para persuadir, para dialogar. Xiomara sabía que había oposición, pero ni siquiera permitió sugerencias o recomendaciones. En lugar de negociar en privado como se acostumbra, simplemente pidió la palabra y dijo ‘aprobado, se cierra’”, denunció.

Pérez advirtió que este proceder no solo empaña el contenido de la resolución, sino que deja a la vista una preocupante práctica de concentración del poder. “El mundo ve que el Ejecutivo maneja la cumbre con la misma actitud autoritaria con que controla el Congreso Nacional. Eso deja un mensaje claro sobre cómo se gobierna en Honduras: sin apertura al debate ni respeto por la pluralidad”.

Una cumbre marcada por el doble discurso

Otro de los puntos cuestionados por el abogado fue el respaldo público de Castro al régimen de Nicaragua, mientras que ese mismo país se abstuvo en la votación de la resolución. “Honduras juega a un doble discurso. En el micrófono, Xiomara respalda a Nicaragua, pero en la práctica, los intereses no se alinean. Ortega sabe que no puede confrontar a EE. UU., no quiere tentar al diablo, por eso se desmarcó”, explicó Pérez.

Asimismo, destacó que el discurso confrontativo de la presidenta hacia Estados Unidos y su defensa de regímenes como Venezuela, Cuba y Palestina no traen beneficios económicos al país. “Lo que preocupa no son los aranceles, sino la reactivación de las deportaciones. Las remesas sostienen la economía nacional, y si eso se corta, la situación se va a volver insostenible. No hubo ningún pronunciamiento para frenar las deportaciones”, lamentó.

Fracaso diplomático: sin liderazgo y sin respaldo regional

A pesar del millonario gasto estimado en 150 millones de lempiras, la cumbre no logró posicionar a Honduras como líder regional, aseguró el experto. “Xiomara quiere venderse como una líder latinoamericana, pero un verdadero líder no tiene hospitales sin medicinas ni una canasta básica inalcanzable. La realidad es que pagaron una cumbre de lujo mientras la población sufre por falta de servicios básicos”.

La falta de presencia de presidentes centroamericanos también fue un golpe a la imagen del evento. “De Centroamérica solo vino un presidente. El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá estuvieron ausentes, y eso deja claro que no quieren verse relacionados con la política exterior de Honduras, que es abiertamente confrontativa con Washington”, dijo Pérez.

Riesgos diplomáticos y mayor tensión con EE. UU.

La llegada del presidente de Cuba y los elogios públicos de Rixi Moncada al sistema cubano y a Fidel Castro fueron otro foco de tensión. “Eso fue un punto negro más para Honduras ante Estados Unidos. Incluso una congresista republicana expresó su incomodidad públicamente. EE. UU. está pendiente del rumbo de este gobierno y no quiere que Libre repita en las próximas elecciones”, advirtió el abogado.

Finalmente, cuestionó la falta de visión comercial de la CELAC bajo la conducción de Honduras. “En lugar de limitarse al discurso ideológico, la CELAC debería promover la cooperación económica real entre países latinoamericanos. Chile, Perú, Brasil, México tienen potencial enorme, pero se desmarcan porque ven a países como Honduras como una carga, no como socios”, concluyó.