A primeras horas de la mañana del sábado la transnacional cervecera envió varios contingentes militares, supuestamente a desalojar a los trabajadores en huelga.
Pero como estos no se encontraron obstruyendo ninguno de los portones de la empresa, como tampoco el libre tránsito por la vía pública, no pasó a más.
Incluso la situación de se prestó para que uno de los empleados de la cervecera, que en su vida comunal se manifiesta como líder cristiano, dirigió una oración por todos los involucrados, tanto sus compañeros, como los policías, los representantes de gobierno, incluso por los ejecutivos de la empresa, para que tengan claridad en las necesidades que es preciso corregir.
Es de resaltar que en el plantón, los trabajadores de la cervecera portaron en todo momento su mascarilla que indica la ley y también guardaron distancia entre cada uno de ellos, sin duda una gran demostración de organización, todo con el ánimo de no dar motivos para que el movimiento obrero sea desviado hacia otras intenciones.
De modo que al interior al diálogo inició y afuera esperan que la solución en atención de las exigencias sean atendidas con prontitud para regresar a labores, pero como debe ser, con el espeto a las leyes laborales, respeto a las indicaciones que ha dado Sinager, porque por ningún puede ser aceptable que ninguna empresa omita las esenciales medidas de bioseguridad en medio de una pandemia, en detrimento de la salud de la población, porque recordemos que cada uno de estos obreros tiene familia y del trabajo van a sus respectivas comunidades , y no puede ser que las autoridades se hagan las desentendidas en este asunto.
La cervecera en las últimas horas despidió a empleados que habrían hecho las denuncias sobre los contagios de Covid-19 al interior de la planta, lo que hizo que los ánimos se caldearán pero sin pasar a mayores.
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