VIDEO: ¿Y usted ya tiene su tique? Gobierno asegura “frenar” la migración a punta de cupones de Banasupro

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Tegucigalpa. José Carlos Cardona, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), anunció con entusiasmo una de las estrategias más insólitas del actual gobierno para detener la migración: repartir cupones de BANASUPRO. Sí, leyó bien. Según Cardona, los vales de alimentos son tan irresistibles, que ahora hasta los hondureños en el extranjero están comprando boletos de regreso solo para recibir uno.

“Yo no me imaginé que eso de los cupones de BANASUPRO fuera a tener tanto éxito, pero es lo que más piden”, confesó Cardona, como quien descubre el fuego o inventa el pan con mantequilla. Agregó que los migrantes ya no esperan deportación. “Ahora tenemos migrantes que están aterrizando en vuelos comerciales porque dicen: ‘Ya me voy, ya no aguanto estar aquí’, y se bajan del aeropuerto directo al centro de atención al migrante para que les demos los cupones”, relató con total seriedad.

El programa, que se supone busca apoyar a los migrantes retornados en su reinserción, ha sido presentado por Cardona como la panacea contra la migración forzada. Pero mientras se premia con cupones a quienes vuelven del «exilio», millones de hondureños que jamás se fueron siguen esperando por un empleo, por salud, por seguridad o por al menos una bolsa solidaria con fecha de vencimiento menos vencida.

A pesar del tono triunfal del secretario, las críticas no han tardado. Varios sectores de la población han señalado que el bono (cupon) puede ser una medida simbólica, pero no una solución estructural a los verdaderos problemas que empujan a miles a abandonar el país cada año. Y claro, entre bromas y memes, muchos preguntan si el boleto de regreso también incluye postre.

La ironía se palpa en las redes sociales, donde se cuestiona por qué el Estado trata mejor a quienes se fueron que a quienes siguen aquí, empujando la carreta sin ruedas de la economía nacional.

Mientras tanto, SEDESOL parece convencido de que la salvación nacional viene en forma de vales canjeables, como si con un cupón en la mano y una bolsita de arroz, se pudiera reconstruir el tejido social del país. Eso sí, el éxodo migratorio ahora tiene competencia: el éxodo al centro de atención del migrante. Porque aquí, el que no se va, no come.