El escándalo se desató luego de que varios participantes de la capacitación, que debería haberse limitado a temas jurídicos y electorales, denunciaran que la jornada se convirtió en un espacio para exaltar la figura de miembros del partido Libre. Según los testimonios recogidos, en el evento se gritaron consignas como: “¡No se va, no se va, Aldana, Aldana, Aldana, Aldana!” y “¡Viva Libre, viva, hasta la victoria, siempre, siempre, viva, Rixi, viva, Mel Zelaya, viva, hasta la victoria, siempre!”
#NOTICIAS247HN | 🤔 ¿Quién controla la imparcialidad del TJE?
VIDEO | “Viva Libre, viva hasta la victoria siempre”. Magistrado del TJE, Mario Morazán, permite que se griten consignas políticas durante evento oficial. La justicia electoral está en juego. #TJE #PolíticaEnLaJusticia… pic.twitter.com/xBt3NARVOW— Noticias 24/7 HN (@noticias247hn) March 7, 2025
Estas frases, ampliamente reconocidas como lemas del partido Libre, fueron coreadas con entusiasmo por los asistentes, lo que suscitó la indignación de quienes esperaban que la jornada de capacitación fuera apolítica. Este incidente ha generado un fuerte rechazo en diversos sectores de la sociedad, que acusan al magistrado Morazán de haber permitido que se politizara un evento que debía ser neutral y respetuoso de las normativas electorales.
El magistrado Morazán, quien ostenta un cargo clave en el TJE, ha sido señalado por no haber intervenido para frenar las arengas partidistas durante la capacitación, lo que ha dado pie a que se cuestione su imparcialidad y su compromiso con la autonomía del poder judicial. En este contexto, las redes sociales han estallado con críticas, acusando al magistrado de haber cruzado la línea entre la función pública y la actividad política partidista.
Diversos expertos en derecho constitucional han manifestado su preocupación por este tipo de actitudes, que ponen en tela de juicio la independencia de los órganos encargados de velar por la legalidad en los procesos electorales. La imparcialidad de los magistrados del Tribunal de Justicia Electoral es fundamental para garantizar la transparencia y la legitimidad de las elecciones, por lo que este incidente genera dudas sobre la objetividad del TJE.
Este hecho, además de poner en duda la conducta de Morazán, también ha servido para avivar el debate sobre el papel de los tribunales electorales en el país, en medio de un ambiente político tenso y polarizado. Muchos temen que este tipo de comportamientos podría convertirse en un precedente peligroso que dé pie a más interferencias políticas dentro de las instituciones públicas encargadas de garantizar la democracia en Honduras.