“Esperamos lluvias aisladas para fin de este mes”, comenzó diciendo Argeñal, aunque aclaró que la verdadera temporada lluviosa se establecerá en mayo, iniciando principalmente en la zona fronteriza con El Salvador.

Según el pronóstico de CENAOS, mayo será un mes lluvioso en casi todo el territorio nacional, con precipitaciones incluso por encima del promedio habitual. “Estarán dejando un mes de mayo bastante lluvioso en casi todo el país”, puntualizó.

Sobre junio, explicó que se anticipa una leve disminución de la lluvia, en especial en la parte central y suroriental del país. Sin embargo, dejó claro que esto no representa necesariamente un riesgo grave para el sector agropecuario: “Recordemos que junio es un mes bastante lluvioso y que esta disminución no necesariamente vaya a significar un impacto fuerte en la producción agropecuaria nacional”.

En cuanto a julio, el director del CENAOS advirtió que se proyectan valores por debajo del promedio, sobre todo en el sur del Corredor Seco, una de las zonas más vulnerables del país. Sin embargo, esta sequía será de poca duración.

La llamada canícula, es decir, el período de reducción temporal de lluvias dentro de la misma temporada, será corta este año, iniciando a finales de junio y terminando entre finales de julio o inicios de agosto. “Va a ser una canícula bastante corta que empezará temprano y terminará también temprano”, afirmó.

Para agosto, el panorama cambia: se espera un aumento significativo en las lluvias, incluso más allá de lo normal. “El mes de agosto se pinta como un mes más lluvioso de lo normal”, aseguró.

El mensaje de Argeñal fue claro: aunque habrá algunos altibajos, la temporada lluviosa de este año se desarrollará de forma relativamente estable, lo cual podría favorecer a diversos sectores, especialmente el agrícola.