Durante la jornada de trabajo, Nasralla fue claro al señalar la urgencia de marcar un alto a la aprobación de préstamos sin sustento técnico ni justificación social. “No podemos seguir hipotecando el futuro del país con deudas mal negociadas. Vamos a exigir que cada centavo esté justificado con estudios serios y con impacto real en la vida de la gente”, expresó el presidenciable.

Asimismo, uno de los temas clave abordados fue la discusión en torno a la ley de tarjetas de crédito. Nasralla pidió a los diputados revisar este proyecto “con lupa y con la ayuda de los mejores técnicos y economistas”, para garantizar una normativa que proteja a los consumidores sin ahogar al sector financiero. “Aquí no se trata de improvisar, se trata de legislar con inteligencia, pensando en el pueblo pero también en la economía del país”, subrayó.

Otro punto acordado por la bancada fue exigir al titular del Congreso Nacional, Luis Redondo, que remita con al menos 24 horas de antelación la agenda del pleno. La intención es que los parlamentarios tengan tiempo suficiente para preparar sus intervenciones y tomar decisiones informadas. “La transparencia comienza con reglas claras. No se puede seguir improvisando sobre la marcha”, reclamó uno de los legisladores liberales presentes en la cita.

Este encuentro también representa un cambio de dinámica dentro del liberalismo, al articular de forma más efectiva el liderazgo presidencial con la agenda legislativa. “¡El cambio no se improvisa, se construye con decisión y equipo! Hoy nos reunimos con la bancada liberal para definir juntos las prioridades que necesita Honduras. Hay que ponerle alto a la deuda sin sentido, defender el bolsillo del pueblo y recuperar el rumbo del Congreso con transparencia. Esta es la nueva oposición, fuerte, responsable y decidida”, escribió Salvador Nasralla en sus redes sociales tras concluir la reunión.

Con este paso, el Partido Liberal comienza a consolidar una estructura parlamentaria coherente con su proyecto de cara a las elecciones generales de 2025. Una bancada disciplinada, una agenda definida y un liderazgo visible son ahora la carta de presentación de la nueva oposición que busca recuperar el papel histórico del liberalismo como defensor del interés nacional.