VÍDEO: Milagro en el río “Mame”: Joven Sobrevive 24 horas aferrado a un árbol

OLANCHITO, YORO. La tragedia que arrasó con comunidades enteras en Yoro, debido a las intensas lluvias de la tormenta tropical Sara, se tornó en un inesperado “milagro” cuando Cecilio Enrique Díaz, un joven de la aldea Viejo Méndez, fue encontrado con vida tras ser arrastrado por las aguas del río Mame. La angustia de su familia, que no sabía de su paradero desde el viernes, terminó el sábado con un grito de esperanza: «¡Lo encontramos!», justo donde se une este río con su afluente Aguan.

Cecilio había sido arrastrado por las aguas violentas del río, que subían a gran velocidad debido a la tormenta. Durante casi 24 horas, su familia y vecinos, desesperados y sin descanso, realizaron una búsqueda implacable, sin saber si sus esfuerzos serían en vano. La corriente había arrasado con todo a su paso, incluyendo ganado y tierras, y el joven parecía ser una más de las víctimas del desastre. Sin embargo, en un giro sorprendente del destino, cuando las primeras luces del sábado rompieron la oscuridad, Cecilio apareció. En la copa de un árbol, a varios metros del suelo, se hallaba aferrado con todas sus fuerzas a las ramas como única protección contra la furia del río.

«Lo encontramos», exclamaron los rescatistas, con lágrimas de alivio mezcladas con la lluvia que aún caía, los presentes enfrentaron un desafío adicional: el río Aguán seguía crecido alimentando aun mas las aguas del río Mame, por las lluvias y, para evitar que el joven cayera nuevamente en las aguas turbulentas, tuvieron que utilizar un lazo para bajarlo con seguridad del árbol en el que se había aferrado. La angustia de los rescatistas fue palpable, pero la determinación de salvarlo prevaleció. Después del rescate, Cecilio fue trasladado rápidamente a una clínica privada para ser evaluado, ya que mostraba signos de hipotermia y deshidratación debido a las horas que pasó expuesto a las inclemencias del tiempo.

En medio de la desesperación, Cecilio Enrique Díaz, tras ser rescatado del árbol en el que había luchado por su vida, expresó el sufrimiento que vivió durante su permanencia en las aguas del río. «Me arrastró el río y ya no resistía estar en el árbol», confesó con un tono de agotamiento, pero también de gratitud. A pesar de las circunstancias extremas, su voluntad de sobrevivir y su fe en que algún rescate llegaría fueron fundamentales para que pudiera mantenerse con vida. El relato de su experiencia es un testimonio de resiliencia frente a la furia de la naturaleza.

Una segunda oportunidad
Tras haber sobrevivido a un evento tan aterrador, Cecilio Enrique Díaz no dudó en expresar su profundo agradecimiento a Dios por la nueva oportunidad de vida que se le dio. A través de una fotografía publicada en sus redes sociales, el joven compartió su emoción y gratitud con sus seres queridos y seguidores. «Gracias a Dios», escribió en su mensaje, un sentimiento de esperanza que toca los corazones de todos los que han seguido su historia. A pesar de la tragedia que azotó la región, su milagroso rescate es un recordatorio de que la vida siempre puede dar sorpresas, incluso cuando parece estar al borde de la desaparición.