Un joven catracho radicado en Costa Rica, ha conquistado a miles con su ritmo, carisma y destreza culinaria, todo al mismo tiempo.
En tiempos donde lo viral parece ser pasajero, un joven hondureño ha logrado captar la atención de miles en la red social TikTok, gracias a una combinación inusual pero encantadora: tortillas de harina, punta y mucho sabor catracho.
Bajo el usuario josh.4472, este compatriota que actualmente reside en San José, Costa Rica ha causado sensación con videos en los que aparece bailando punta mientras prepara, con impresionante destreza, tortillas de harina completamente a mano.
Hasta el momento, el video supera las 135,000 visualizaciones y ha generado una ola de reacciones positivas, en su mayoría provenientes de mujeres que no solo elogian su habilidad en la cocina, sino también su atractivo físico y su talento para el baile tradicional hondureño.
«Wow hermoso ver un niño así, qué buena esa madre, felicidades, Dios les bendiga», escribió Becha Maripoza, en una muestra de orgullo y admiración por el joven.
Por su parte, Susana comentó: “Ay no, qué hombre tan guapo y completo”, mientras que otra usuaria expresó entre risas: “Yo entré a su perfil, y lo que salí fue muerta de hambre de ver esas baleadas”.
La gracia de hondureño no se limita a bailar y cocinar. También ha provocado comentarios jocosos y espontáneos como “Completo para echar tortillas, yo he echo en naylo” y “Eso videos que deberían ser viral, un hombre guapo haciendo algo en la cocina”, como dijo Marz Martcel.
El asombro también vino de parte de quienes admiten no poder igualar su técnica: “Pucha, ni yo puedo echar tortillas de harina, pero díganme que baile punta sí”, escribió Delmy, mientras que Ana Mendoza3305 reconoció con humor: “Sabe hacer baleadas mejor que yo y baila punta”.
Incluso hubo quien pidió la receta: “¿Podrías decir la cantidad de los ingredientes que usas para esas tortillas para que queden así de blanditas? Porfa, gracias”, comentó Esme.
Las tortillas de harina forman parte esencial de la gastronomía hondureña y son indispensables para las baleadas, uno de los platos más emblemáticos del país.
Ver a un joven hacerlas con maestría mientras mantiene el ritmo de la punta, no solo es un deleite visual, sino también un símbolo de identidad cultural, talento y orgullo catracho.