La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y sociologa, Julieta Castellanos, fue una de las primeras voces en pronunciarse en contra de esta medida, calificándola como un intento de adoctrinamiento político en el sistema educativo nacional.

“Esto no es poco. Es la imposición de una visión y explicación única de un conflicto político-social, multidimensional en causas, responsables y consecuencias”, expresó Castellanos. Agregó que esta acción representa una amenaza directa al pluralismo, la libertad de pensamiento y de cátedra, valores fundamentales en una sociedad democrática. “En Ciencias Sociales no hay dogmas, ni verdades absolutas y pétreas; los procesos políticos y sociales son dinámicos que hay que interpretar”, subrayó.

Asimismo, advirtió sobre posibles represalias contra docentes que se nieguen a impartir el contenido. “Los profesores pueden no obedecer, pero igual el Gobierno puede iniciar una vigilancia en centros educativos y despidos masivos para colocar maestros afines a Libre”, alertó. La preocupación se extiende también al ámbito privado: “La educación privada, donde asiste la clase media hacia arriba, igual puede no acatar; pero puede haber persecución, incluyendo no otorgar permisos de operación”.

Por su parte, Carlos Sabillón, presidente de la Federación Nacional de Instituciones Educativas Privadas de Honduras (FENIEPH), también cuestionó la medida. Aseguró que la comunidad educativa desconocía por completo la existencia del libro y su inclusión en el currículo. “Ellos le están dando un carácter partidista a la figura de Morazán; ahora vienen con este libro que, como repito, desconocemos el contenido”, afirmó. Añadió que la publicación del decreto tomó por sorpresa a todos: “Este PCM tiene fecha, creo, del 23 de marzo, es decir, hace más de un mes y hasta hoy se da a conocer. Cae como un balde de agua fría”.

La disposición está amparada en el Decreto Ejecutivo 09-2022, que establece la Cátedra Morazánica como una herramienta para promover la vida y pensamiento del prócer José Francisco Morazán. Sin embargo, expertos señalan que el uso político del contenido desvirtúa su esencia original.

El artículo 2 del nuevo decreto instruye a la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAAC) a imprimir el libro y a la Secretaría de Finanzas (SEFIN) a asignar los fondos para su distribución gratuita en escuelas públicas e instituciones sociales.

Varios sectores ya analizan la posibilidad de interponer un recurso de inconstitucionalidad, pues consideran que se trata de una intromisión política en la educación. “El Estado se pondrá a prueba si se acude a esta vía”, concluyó Castellanos.

Entre tanto el candidato a diputado Rashid Mejía advirtió sobre lo que considera un proceso de adoctrinamiento ideológico en el sistema educativo hondureño, impulsado por el actual gobierno. Según Mejía, este plan tiene fuertes similitudes con el modelo cubano y representa una amenaza directa a la libertad de pensamiento y a la pluralidad en la enseñanza. “Esto es adoctrinamiento socialista/comunista al estilo Cuba”, expresó con firmeza.

A criterio del parlamentario, aún hay tiempo para frenar lo que describe como una estrategia para llevar al país a “la peor desgracia en la historia de Honduras”. Mejía hizo un llamado a la ciudadanía a mantenerse alerta y actuar con responsabilidad para proteger la democracia, la educación libre de ideologías impuestas y los valores republicanos.

De su lado la diputada María Antonieta Mejía expresó su preocupación a través de redes sociales ante lo que considera un claro intento de adoctrinamiento político en las escuelas públicas del país. En su publicación, manifestó su rechazo contundente a quienes, desde el poder, buscan influir ideológicamente en los menores. “Buenas tardes a todos… menos a los que quieren adoctrinar a nuestros niños”, escribió, dejando en evidencia su postura crítica frente a las recientes decisiones del gobierno en materia educativa.

Mejía denunció que las aulas han dejado de ser espacios de formación académica para convertirse en centros de propaganda política. “Esto no es educación, es propaganda”, señaló, agregando que los estudiantes ya no están recibiendo conocimientos en áreas fundamentales como ciencia o matemáticas, sino siendo expuestos a una agenda partidaria. En tono irónico concluyó: “Manual del partido en mano, bienvenidos al ‘sistema educativo’ estilo dictadura”.