SAN PEDRO SULA. Este domingo, a tempranas horas, un violento deslave ocurrió en la carretera CA-4, la cual conecta la “Ciudad Industrial” con la zona occidental de Honduras. El video del momento muestra cómo grandes rocas cayeron sobre la carretera justo cuando un autobús cargado con pasajeros estaba a punto de transitar, provocando momentos de terror entre los ciudadanos que se encontraban en el lugar. La situación generó una alarma generalizada, ya que las grandes rocas bloquearon el acceso y paralizaron el tráfico vehicular por varias horas.
#NOTICIAS247HN | ¡TERROR EN LA CA-4!
VIDEO || Momentos de terror vivieron los pasajeros de un autobús este domingo, cuando el automotor en el que viajaban casi fue alcanzado por un derrumbe, en la carretera CA-4, a poca distancia de la colonia #Lempira, sector #Chamelecón… pic.twitter.com/EaTribQ9Kh— Noticias 24/7 HN (@noticias247hn) December 15, 2024
Este derrumbe constantemente ha dejado inhabilitada la carretera y ha causado un caos vehicular en toda la zona. Conductores atrapados en largas filas han tenido que esperar horas, mientras las autoridades trabajan para despejar el paso. El incidente se debe principalmente a los suelos saturados y vulnerables tras las intensas lluvias que han azotado el país en los últimos días. Los residentes y viajeros han experimentado el pánico de ver cómo la montaña parecía desmoronarse sobre la vía, en un recordatorio de lo vulnerable que es la infraestructura vial del país ante estos fenómenos naturales.
Las autoridades locales, en coordinación con el Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional, han iniciado trabajos para remover los escombros y restablecer el paso. Sin embargo, la magnitud del deslave y la falta de rutas alternas viables complican las labores. En tanto, expertos sugieren que se implementen obras de infraestructura más robustas, como túneles y desvíos, para evitar que estos derrumbes continúen afectando la vida de miles de hondureños.
PROBLEMA
La constante reactivación de estos deslizamientos de tierra cada vez que llueve es un recordatorio de la fragilidad de las carreteras en sectores montañosos, que se ven debilitadas por la saturación del terreno. Esta situación también ha tenido repercusiones económicas, pues las pérdidas por la obstrucción del paso en la CA-4 se calculan en millones de lempiras. El derrumbe ha afectado no solo la CA-4, sino también la CA-5, que conecta San Pedro Sula con Tegucigalpa, generando un impacto aún mayor en el transporte interurbano.