Los cuerpos de las víctimas llegaron al lugar en un estado de luto profundo. Entre los fallecidos se encuentran Carlos Edwin Mejía Ramos, su esposa Alba Rosa Acosta Torres, sus hijas Rosmery Mejía y Carla Abigail Mejía. La pérdida de estas vidas ha conmocionado a la comunidad local, especialmente a los familiares y allegados de las víctimas, quienes se ven inmersos en un mar de dolor y desconcierto ante la tragedia.

El ambiente en la funeraria refleja la tristeza y el desconcierto de los seres queridos. A pesar del desolador panorama, algunos familiares, como el profesor Alex Mauricio Ortiz, se mostraron conmovidos por la pérdida, pero con un mensaje de fortaleza: Nos solidarizamos con los padres y con la comunidad educativa. «Este es un golpe difícil de asimilar», expresó con voz quebrada.

La directora del Instituto Alfonso Milson, Karen Moradel, también compartió su pesar por la tragedia: «Rosmery era una estudiante ejemplar, con valores cristianos y principios sólidos. Carla, aunque más joven, también era un ejemplo para sus compañeros», comentó mientras trataba de contener las lágrimas.

Entre tanto, en La Ceiba, Atlántida, familiares y amistades velaban a las hermanas Angie Flores y Andrea Flores, además de Nidia Miralda Benítez, quien viajaba con su esposo, sobreviviente de la tragedia. La situación ha dejado a toda la comunidad de la Ceiba sumida en una gran consternación, pues el dolor de la pérdida se ha extendido más allá de los círculos cercanos.

Mientras tanto, el velatorio continúa con la presencia de amigos, docentes, y otros familiares que buscan encontrar consuelo en medio de la tragedia. En medio del caos y la tristeza, algunas personas se han congregado en la funeraria para dar su apoyo, entre ellos, Manuel Acevedo, quien expresó: «Es un momento de dolor para todos. Ellas se congregaban en la iglesia, y ahora estamos aquí acompañando a la familia en su pérdida».

Aunque la tragedia es indescriptible, la comunidad se muestra solidaria, dispuesta a brindar apoyo en estos momentos tan difíciles. Asimismo, en horas de la mañana llegaron a Roatán los restos de Yeimi Duarte, quien también falleció en el accidente aéreo. La llegada de los restos al aeropuerto, en la madrugada de este miércoles, fue una imagen que dejó marcado a todos los presentes. Sin embargo, lo más difícil está por venir: el último adiós a los seres queridos.

El doloroso proceso de la despedida se hace más difícil por la incertidumbre de las autoridades y la responsabilidad de la empresa aérea. A pesar del luto, los familiares y amigos buscan justicia, al mismo tiempo que piden que el Estado y las autoridades asuman la responsabilidad por este fatal incidente.

En este día sombrío, los municipios de Tela, La Ceiba y Roatán se unen en el dolor y el lamento, buscando fortaleza en la unidad familiar y la fe. Sin embargo, la búsqueda de justicia sigue siendo una de las principales preocupaciones.