San Pedro Sula, Cortés. Nació sin ver la luz, pero desde pequeña supo encontrar brillo en otras formas: en las palabras, en los sonidos, en el canto y sobre todo, en la fe. Claudia Morel, una mujer ciega de nacimiento, ha convertido su voz en un instrumento de esperanza para su comunidad y en una alabanza permanente al Creador.
Desde el púlpito de la iglesia católica en la colonia Río Blanco y Fesitranh, Claudia eleva su voz con fuerza y dulzura durante las celebraciones litúrgicas.
Su participación más reciente fue durante el viacrucis parroquial en Fesitranh, donde Noticias247.hn pudo conversar con ella, y conocer de cerca la historia de esta mujer que, sin ver el mundo, lo llena de luz.
Claudia nació sin poder ver. Nunca ha sabido cómo es el cielo, el mar o los rostros de quienes la rodean. Pero eso no la ha limitado. Desde muy joven aprendió que no tener vista no significaba vivir a oscuras. Su vida está llena de luz, la que emite su voz cuando canta, la que transmite cuando enseña y la que irradia cuando habla de Dios con una sonrisa que contagia.
Desde el púlpito de la iglesia católica de Río Blanco y Fesitranh, su canto se ha vuelto parte esencial de las celebraciones religiosas, especialmente en esta Semana Santa, donde su voz adornó la procesión del viacrucis con profunda emotividad.
“Yo soy ciega de nacimiento, pero siempre he tenido una vida normal”, dijo a Noticias247.hn con naturalidad. “Mi familia siempre me ha apoyado. Nunca sentí que ser ciega fuera una desventaja, simplemente lo asumí como parte de mi vida”.
Un talento sembrado por Dios
Claudia reveló a Noticias247.hn que descubrió su don para cantar a los 15 años, en actividades escolares, donde poco a poco comenzó a destacarse. En ese tiempo interpretaba canciones de las cantantes Marisela y Pandora, hasta que decidió poner su talento al servicio de Dios. Hoy en día, su voz es una de las más reconocidas en la parroquia.
“Dios le da a cada uno un don, y creo que este fue el que me tocó. Cuando canto para Él, me siento plena, con alegría. Es algo que hago con amor”, expresó emocionada.
Cantar en la iglesia no es lo único que llena de sentido su vida. Claudia también es maestra del alfabeto Braille en el Centro Luis Braile de San Pedro Sula, donde ayuda a niños, jóvenes y adultos ciegos a leer, escribir y avanzar con seguridad por el mundo.
“Enseñar es una gran satisfacción. Me encanta ver cómo otros también descubren que no están limitados, que pueden lograr muchas cosas”, explicó.
Más allá de una discapacidad
En Honduras, las personas con discapacidad visual enfrentan múltiples barreras: físicas, sociales y laborales. Sin embargo, Claudia es un vivo ejemplo de que la fuerza interior, acompañada del apoyo familiar y la fe, puede romper esas barreras.
“Para mí, la discapacidad no es una enfermedad, es un reto. Y me ha tocado asumirlo con alegría. Yo soy feliz, vivo mi vida con normalidad y me siento bendecida”, enfatizó.
Durante la entrevista, Claudia también compartió un fragmento del himno que interpretó en el viacrucis:
“Te miro a los ojos y entre tanto llanto, parece mentira que te hayan clavado…”, cantó a cappella, con una dulzura que hizo guardar silencio a todos a su alrededor.
Al final de la conversación, pidió orientación para seguir su camino, y con ternura preguntó:
“¿Será que le doy para adelante o solo a la izquierda?”
Esa frase, dicha sin ninguna carga de tristeza, resume la forma en que Claudia enfrenta la vida: sin miedo, con la frente en alto y el alma llena de esperanza. Ella no necesita ver para guiarse, porque su brújula es la fe y su camino, el servicio.
#NOTICIAS247HN | ✨ La oscuridad nunca le robó la luz
Claudia Morel le canta a Dios desde el corazón. Aunque nació sin poder ver, enseña a otras personas ciegas a leer y escribir, y eleva su voz en cada misa como testimonio de fe, amor y fuerza interior.#MujeresQueInspiran… pic.twitter.com/vVpmbaApMX— Noticias 24/7 HN (@noticias247hn) April 16, 2025