Tegucigalpa. El pasado 9 de marzo, los centros de votación en la capital hondureña fueron testigos de una demostración de civismo por parte de la población, especialmente entre las personas de la tercera edad y aquellas con discapacidad, quienes acudieron a las urnas para ejercer su derecho al voto. A pesar de las dificultades físicas que muchos enfrentan, su determinación y compromiso con la democracia fueron inquebrantables.
A sus 80 años, José Flores López, un hombre que llegó a votar en silla de ruedas, mostró una vez más que la edad no es un impedimento para participar activamente en los procesos democráticos. En su visita al Centro Básico Maximiliano Sagastume, Flores no solo cumplió con su deber cívico, sino que también destacó la importancia de la participación ciudadana en la construcción de un país mejor.
De igual manera, los hermanos sexagenarios, Arguijo Coello, fueron otro ejemplo claro de civismo. A lo largo de sus vidas, han acompañado al otro para votar, y en esta ocasión, se unieron nuevamente para ejercer su derecho al sufragio. Estos ciudadanos, con más de 40 años de experiencia votando, continúan siendo un modelo de responsabilidad cívica. En palabras de uno de ellos, “hemos sido buenos ciudadanos siempre y hoy no podía ser la excepción”.
Pero no solo la tercera edad mostró su compromiso con el sufragio. Don José, una persona ciega, también acudió al Centro Básico Maximiliano Sagastume para votar. A pesar de la adversidad, llegó con la ayuda de amigos y familiares, y agradeció públicamente la colaboración y solidaridad que recibió durante todo el proceso electoral. En sus palabras: “Los hondureños debemos defender nuestra democracia, no importa lo que pase, lo importante es votar”. Su mensaje fue claro: la democracia se defiende con participación activa.
Asimismo, Don Irene Medina, quien enfrenta discapacidades físicas, fue acompañado por una vecina que lo ayudó a llegar al centro de votación para ejercer su derecho. Durante su visita a las cámaras de HCH, Don Irene aprovechó para hacer un llamado a la solidaridad: pidió ayuda económica para mejorar su calidad de vida, demostrando que, a pesar de las dificultades, su ánimo por participar en el proceso electoral se mantenía firme.
Estos ejemplos de civismo de la tercera edad y las personas con discapacidad en Tegucigalpa son un claro recordatorio de la importancia de la participación en los procesos democráticos, sin importar las barreras físicas o sociales que puedan existir. Los ciudadanos hondureños, de diversas edades y condiciones, siguen demostrando su compromiso con la democracia, convirtiéndose en un ejemplo para las nuevas generaciones.
#NOTICIAS247HN | VIDEO| Muchos adultos mayores y personas con discapacidad en Tegucigalpa demostraron que el compromiso con el futuro de Honduras no tiene límites. A pesar de las dificultades, llegaron a los centros de votación, reafirmando su papel fundamental en el proceso… pic.twitter.com/1Rqo1pYDB9
— Noticias 24/7 HN (@noticias247hn) March 17, 2025