VIDEO:  ¡Adiós, Rosalinda! El barco artesanal se hundió en su viaje debut

Loiuyhjkloiu
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Valle. Tras siete años de trabajo constante, clavos, tablas, esperanza y mucho sudor, el capitalino Marlon Martínez vio cómo su sueño flotante, el velero artesanal “Rosalinda”, terminó bajo el agua en su primer intento por surcar el océano Pacífico. El hecho ocurrió este martes en las costas del Golfo de Fonseca, específicamente en la comunidad de Coyolito, donde el entusiasmo inicial se transformó rápidamente en desconcierto y resignación.

Marlon, vecino de la colonia El Reparto en Tegucigalpa, dedicó buena parte de su vida reciente a construir con sus propias manos una embarcación que aspiraba a convertirse en símbolo de perseverancia. No obstante, apenas zarpó en su recorrido inaugural, el velero comenzó a presentar serias fallas en su estructura.

“El Rosalinda apenas había salido y ya comenzaba a ladearse… después solo vimos cómo se fue hundiendo despacito, como si no quisiera irse”, relató uno de los pescadores que presenció la escena.

A bordo del velero se encontraban su creador y varios acompañantes que, afortunadamente, resultaron ilesos. Ninguno requirió atención médica, aunque algunos testigos afirmaron que el susto fue “de película”.

Las autoridades locales ya investigan las posibles causas del naufragio, mientras que varios pescadores de la zona se han sumado a las labores de recuperación de lo que quedó del barco. Algunas piezas fueron arrastradas por la marea, mientras otras reposan en el fondo marino.

Aunque la historia tiene un tono amargo, Marlon Martínez no ha perdido el ánimo. “Esto no termina aquí. Si ya lo hice una vez, lo haré otra. Pero esta vez me voy a asegurar que flote más de cinco minutos”, dijo entre risas resignadas y una mezcla de orgullo y desilusión.

“Rosalinda” fue construida en el patio de su casa, lejos del mar, y su traslado hasta Coyolito fue ya de por sí una odisea. El caso ha generado simpatía y burlas en redes sociales, donde muchos hondureños han expresado su apoyo, mientras otros no han perdido la oportunidad de lanzar uno que otro comentario sarcástico.

Por ahora, el mar ha reclamado al velero “Rosalinda”, pero en tierra firme Marlon no se da por vencido.

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