Unicornio o fraude Ponzi: Koriun Inversiones y la promesa imposible del 5 % semanal que hoy sacude a 35 mil hondureños

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El éxito del esquema radica en la codicia y la falta de educación financiera que prevalece en Honduras, apuntó el analista. 

 Tegucigalpa. Cuando la maquinaria de Koriun Inversiones irrumpió con la oferta de pagar 5 % de rendimiento cada semana—20 % al mes—, sonó demasiado bueno para ser real. Pero el dinero llegaba puntualmente y, en cuestión de meses, la empresa abrió oficinas en siete departamentos y concentró, según datos del Ministerio Público (MP), más de 35 000 inversionistas.

“Es la primera vez que Honduras ve una compañía con permiso municipal, oficinas por todo el país y la capacidad —al menos en el papel— de honrar pagos tan altos”, afirmó el analista financiero Víctor Monterroso en el programa En la Mira.

¿Milagro financiero o viejo truco?

Monterroso describió el fenómeno: “desde la óptica financiera hablaríamos de un fenómeno denominado unicornio, porque no existe actividad lícita que genere retornos de 20 % mensual de forma sostenida.”

Por otra parte, la otra opción es que se asemeja a un esquema Ponzi: tomo dinero de unos para pagarle a otros. Funciona mientras entren nuevos capitales.”, explicó.

El MP asegura que Koriun anunciaba inversiones en petróleo y materias primas en Canadá, Estados Unidos y Catar, pero Monterroso remarca que “hoy no hay producto, materia prima ni servicio que genere ese nivel de utilidad”. Para dimensionar: ni la bolsa ni las criptomonedas logran retornos tan altos de manera continua y para tantas personas.

La “área gris” regulatoria

Koriun opera con licencia municipal, no como institución financiera, y nunca obtuvo autorización de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS). Monterroso explica que la firma se amparó en la falta de una bolsa de valores activa y en un vacío legal:

“La municipalidad aceptó su registro como ‘empresa de inversiones’, pero en la práctica funcionaba como financiera, captando y prometiendo rendimientos que ninguna ley avala.”

Koriun declaró 86 millones de lempiras de ingresos el año anterior, pese a no operar industrias ni prestar servicios en Honduras. “Todo apunta —dice Monterroso— a que las nuevas entradas de dinero se registraban contablemente como ‘ingreso’, la señal clásica de un Ponzi.”

Muchos inversionistas presentaban recibos escritos a mano como único respaldo. “Un banco te da una libreta, aquí te daban un papel”, critica el analista. Ese informalismo complica ahora la verificación individual:

“Cuando la fiscalía pida pruebas, ¿cómo demostrará Juan Pérez que depositó 10 000 lempiras?”, ejemplifico.

La prueba de fuego: devolver el capital

Una orden judicial exige a Koriun reintegrar fondos empezando por los aportes más pequeños. Monterroso teme que no exista liquidez suficiente:

“El gerente dice que el dinero está en cuentas en el extranjero. Cuanto más grande la inversión, menor la probabilidad de recuperarla.”

Monterroso atribuye la inacción a falta de recursos y personal investigador: “Koriun empezó en Choloma y no levantó sospechas hasta que el ruido en redes y las quejas llegaron a la fiscalía”.

Educación financiera y codicia

Preguntado por el presentador Carlos Martínez sobre cómo detectar estas ofertas, Monterroso fue tajante:

“El éxito del esquema radica en la codicia y la falta de educación financiera. Endulza escuchar que recuperas tu inversión en cinco meses. Algunos sí cobraron y quisieron apostar más; los últimos pueden perderlo todo.”

Para invertir, advierte, hay que preguntar: ¿qué garantiza mi dinero?, ¿cuáles son los riesgos? y ¿en qué exactamente se invierte?

En servicios tradicionales, el retorno anual difícilmente supera 40 %–60 %. “Divídalo entre 12 y verá que ni de cerca da 5 % mensual, mucho menos semanal”, concluye.

Lo que viene

Con tanquetas policiales rodeando la planta, inversionistas exigiendo pagos y la ATIC incautando documentos, Koriun se encuentra ante dos caminos, resume Monterroso:

Ser el primer unicornio financiero de Honduras —algo que “no existe en la historia”— o confirmar que es el Ponzi más grande del país desde 1920, cuando Charles Ponzi popularizó el esquema.

Para miles de hondureños, la esperanza de retornos imposibles podría transformarse en el peor golpe a sus ahorros. El desenlace —devolver el dinero o reconocer la quiebra— definirá si Koriun pasa a la historia como leyenda de éxito o como advertencia de fraude.