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UNAH tendrá su primera patente: un dispositivo de extracción de reactivos basado en química verde


El microdispositivo denominado “Microbarra polimérica magnetizada de agitación”, al estar en contacto con una muestra, busca extraer sustancias o drogas. Es el proyecto que se convertirá en la primera patente solicitada por parte de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

La formulación de patentes es uno de los indicadores más importantes para los rankings de universidades, por ello, “el hecho de que la Universidad ya esté en este proceso habla de la visión nueva que tenemos como academia, por impulsar la creación y difusión de ciencia. Para nosotros, como Facultad de Ciencias Química y Farmacia, representa un orgullo ser pioneros en estos temas, dado que es lo que nos exige la sociedad del conocimiento”, explicó Henry Daniel Ponce-Rodríguez, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia.

El grupo de investigación responsable de esta patente está integrado por Jessica Patricia Riera Williams y Henry Daniel Ponce-Rodríguez. Estos investigadores se dieron a la tarea de diseñar un nuevo dispositivo que ayudara a hacer mejores extracciones bajo el enfoque de química analítica verde.

La química verde, también conocida como química sostenible, consiste en diseñar productos y procesos químicos para reducir o eliminar el uso o la generación de sustancias peligrosas. La química verde se aplica en todo el ciclo de vida de un producto químico, incluyendo su diseño, fabricación y utilización.

Por ahora corresponde esperar los tiempos de la Dirección de Propiedad Intelectual de Honduras, cuyo rango es de 1 a 2 años. “Yo podría confiar que quizá a finales de este estaría lista la patente. Y luego corresponderá la segunda parte, que es llevar estos conocimientos a la sociedad (la comercialización), es decir ver qué laboratorios están interesados están interesados en adquirir esta tecnología que les servirá para sus labores cotidianas”, sostuvo el académico.

“Dentro de los tópicos de la química analítica y de la química en general, también aparece el concepto de química verde, que tiene que ver con la utilización de nuevos dispositivos y tecnologías que minimicen el gasto de reactivos o de solventes y que sean más solventes; en esto se enmarca nuestro trabajo”, detalló Ponce-Rodríguez.

Este dispositivo ofrece mayores ventajas en comparación a los dispositivos ya existentes para este uso, además brinda excelentes resultados para la extracción de reactivos, “lo único que se debe hacer es colocar la muestra en contacto con el dispositivo y colocar el dispositivo en agitación, cada vez que entre en agitación, hará extracción de analíticos y drogas”, sintetizó Ponce-Rodríguez.

El académico puntualizó que por ahora no puede dar muchos detalles sobre el proyecto, hasta que la patente sea obtenida. Lo que queda claro es que este será un hecho trascendental para la Academia y el país, ya que las sociedades demandan que las universidades no solo formen a los profesionales, sino que también impulsen el desarrollo, la innovación y la investigación; y precisamente uno de los pilares más importantes es la creación de patentes.

En este proyecto, los investigadores encontraron un potencial interesante, ya que este microdispositivo es una tecnología nueva que podía ser patentada. “Nos acercamos a la sección de patentes de la Dirección de Investigación Científica, Humanística y Tecnológica (Diciht) y también hicimos contactos con el Instituto de Propiedad Intelectual en Honduras, para conocer todos los requisitos necesarios para patentar este proyecto”, indicó el investigador.

El proceso como tal se comenzó en medio de pandemia, pero el año pasado se presentó la solicitud y se inició de forma inicial. Cabe mencionar que durante este trayecto hacia la primera patente, este equipo de investigadores contó con el apoyo del abogado Dennis Romero, de la Diciht, quien se enfocó en aspectos de redacción de la patente para que el dispositivo quede protegido.

Y como si una patente no bastara, este mismo grupo de investigación trabaja en una segunda patente, cuyo proceso aún está en desarrollo. La misma trata sobre la portabilidad de los sistemas de medición analíticos, se trata entonces de un prototipo de colorímetro.

“La idea es utilizar un teléfono inteligente (como un tópico novedoso dentro de la química analítica) que a través de un análisis fotográfico permita determinar la concentración de una sustancia”, detalló Ponce-Rodríguez, a la vez que indicó que este sistema es muy ventajoso, ya que es un equipo portátil. Entre sus usos estaría la medición de glucosa, triglicéridos o colesterol.

El catedrático concluyó indicando que la generación de patentes más allá de sumar a los indicadores de los rankings internacionales, busca que la ciencia llegue a la sociedad y se puedan resolver problemas reales.

 

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