Tegucigalpa. En una entrevista exclusiva con el periodista Juan Carlos Sierra en el programa El Hormiguero, la presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, compartió detalles alarmantes sobre las dificultades internas que enfrentó la institución durante el reciente proceso electoral.

Según López, las complicaciones no solo surgieron desde el exterior, sino también desde adentro, lo que evidenció un intento de desestabilización dentro de la misma institución.
López reveló que, en la víspera de las elecciones del 8 de marzo, vivió una serie de dificultades para cumplir con su responsabilidad, mencionando que “las credenciales me las escondían hasta en cajas de tinta al interior del CNE, con tal de no entregarlas.” Esta situación dificultó la entrega de las mismas, lo que afectó el desarrollo del proceso de observación electoral, un aspecto fundamental para garantizar la transparencia.
La presidenta del CNE relató, además, cómo fue objeto de obstrucción por parte de algunos funcionarios dentro de la institución. “Sigue ocurriendo que me dicen que por instrucciones de la presidenta no puedo entrar, y soy yo la que viene en el vehículo, porque no me conocen”, comentó López, haciendo alusión a las dificultades que enfrentó para acceder a ciertos lugares dentro del CNE.
López también dio detalles sobre lo que calificó como “una apuesta por el desmantelamiento institucional del CNE” y el intento por crear desconfianza en la ciudadanía respecto al organismo electoral. La funcionaria señaló que existía una “articulación” detrás de las campañas mediáticas que trataban de minar la credibilidad de la institución y de su labor, mencionando que no se trataba de un acto aislado. Afirmó que algunos grupos con poder en el país estaban orquestando estos ataques, generando una desestabilización tanto a nivel mediático como institucional.
La entrevista se centró en varios temas clave, como la interferencia de las Fuerzas Armadas y las irregularidades con el transporte electoral. En este sentido, López aseguró que “hubo una irregularidad en la ejecución [del contrato de transporte], pero tampoco implica que llegaran 14 horas después”. Explicó cómo el CNE intentó recuperar las maletas electorales, a pesar de la obstrucción y las complicaciones imprevistas que se presentaron.
Una de las situaciones más destacadas fue la dificultad para rastrear los buses que transportaban material electoral, que, según López, fueron desviados deliberadamente en diversos puntos de la ciudad. La presidenta del CNE denunció que “aún con las órdenes de los militares, los buses arrancaron y tuvieron que ir detrás de ellos. Se fueron por allá, no quisieron bajarlos. La gente les indicaba para dónde ir”, lo que demostró la falta de control en la custodia de los materiales.
La situación generó una gran preocupación, y López recalcó que, a pesar de la adversidad, continuará luchando por la transparencia y la estabilidad del proceso electoral en Honduras. “Yo sola no puedo, necesito el acompañamiento del pueblo hondureño”, dijo, apelando a la solidaridad ciudadana para superar los obstáculos que se han presentado.
López relató que, en un contexto de caos y desinformación, se intentó crear un ambiente de inestabilidad que favoreciera intereses particulares. Aunque la presidenta del CNE se negó a señalar directamente a algún partido o sector específico, dejó claro que el objetivo era desmantelar el CNE, una institución que, según sus palabras, sigue siendo un bastión de la democracia multipartidaria en Honduras.
Desconfianza y denuncias de irregularidades
La presidenta del CNE también fue tajante al mencionar las irregularidades en el proceso electoral. «He estado requiriendo la información que nos quedó, porque se llevaron toda la información original, nos queda muy difícil hacer una investigación», afirmó. De acuerdo con su relato, incluso surgieron denuncias que involucraban a miembros de las fuerzas armadas, como la presencia de un coronel en uno de los buses que transportaba los documentos electorales.
López manifestó que tanto el Ministerio Público como otras instituciones se involucraron en la investigación, aunque expresó su preocupación por las presiones y dificultades que enfrenta la institución, debido a que se han hecho acusaciones infundadas sobre el pago a empresas de transporte y otros actores involucrados en el proceso. «No se le ha pagado nada a la empresa de transporte», aseguró, enfatizando que la especulación sobre el manejo de los fondos está lejos de la realidad.
Ataques personales y política partidaria
Uno de los momentos más tensos de la entrevista ocurrió cuando López, visiblemente afectada, reveló que algunos actores políticos, incluso dentro de su propio partido, han intentado perjudicar su gestión. «Una fiscal con influencia de mi propio partido me está empujando mucho para que se vayan contra mí», afirmó, dejando claro que las presiones no solo provienen de fuera del CNE, sino que también dentro de su círculo cercano hay quienes intentan debilitarla.
La presidenta del CNE fue categórica al rechazar cualquier intento de renuncia a su cargo. “¿Por qué voy a renunciar si he luchado hasta el final?”, manifestó, aludiendo a los sacrificios realizados durante el proceso electoral, incluyendo el trabajo junto a los miembros del CNE que arriesgaron su integridad para garantizar la transparencia del proceso.
Compromiso con la democracia y los próximos comicios
A pesar de las dificultades y las amenazas que enfrenta, López reafirmó su compromiso con el pueblo hondureño y con la democracia. En respuesta a los cuestionamientos sobre su futuro, la presidenta señaló que está comprometida con la organización de las próximas elecciones, para las cuales ya se ha comenzado a trabajar en la formulación del presupuesto y la planificación logística.
«Este es un trabajo duro, de alta dedicación, y no lo hacemos solos, lo hacemos con un enorme equipo», concluyó López, haciendo un llamado al respaldo ciudadano para defender el sistema democrático del país.