Independientemente a los vaivenes partidarios que el enrolamiento tiene inmersa a la clase política nacional, el trabajo de contarlos uno a uno a los hondureños y recopilar toda la información ciudadana requerida es una necesidad.
Afortunadamente, el grupo de personas que está a cargo de esta labor, a diario continúa en su faena, ajena a los tirones de pelo de los políticos.
Y la gráfica de la portada resulta muy ilustrativa, pues muestra como un equipo de entusiastas jóvenes se entregan a la tarea de ejecutar su trabajo, se percibe que a pesar de estar a la intemperie se sienten muy cómodos atendiendo a la población con un equipo totalmente móvil.
En verdad, estos muchachos son un ejemplo que deberían imitar los políticos, que al fin y al cabo son lo que disfrutan del pastel, sin embargo son estos jóvenes los recolectores de esa materia prima y para ellos un aplauso.