Tegucigalpa. En un discurso de despedida cargado de franqueza, la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, lanzó un contundente mensaje al cierre de su misión diplomática en Honduras: el país se está quedando sin tiempo para garantizar unas elecciones generales libres y transparentes este 30 de noviembre.
“Los catrachos merecen algo mejor”, sentenció Dogu, aludiendo directamente a las fallas que marcaron las recientes primarias del 9 de marzo, donde, según la diplomática, todos los actores políticos ahora buscan culpables sin asumir responsabilidades.
“Me voy en un punto crítico para la democracia hondureña”, expresó. Frente a líderes y representantes del ámbito político y social, Dogu insistió en que los órganos electorales, los partidos, el Congreso, el Ejecutivo e incluso las Fuerzas Armadas deben enfocar sus energías en corregir el rumbo. “No hay tiempo que perder”, recalcó.
La embajadora también evocó con emoción la participación ciudadana durante las primarias: hombres, mujeres, jóvenes y ancianos haciendo largas filas para votar. “Esa determinación del pueblo hondureño me llena de esperanza”, afirmó.
Advirtió que las elecciones generales serán decisivas para el rumbo del país y recordó que no solo ella comparte esa preocupación: también el enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, urgió a que Honduras se encamine a un proceso democrático y transparente.
Dogu cerró agradeciendo al pueblo hondureño por haberle abierto las puertas durante su gestión. “Gracias por compartir conmigo su hermoso país y su rica cultura. Me voy, pero seguiré creyendo en el futuro democrático de Honduras”.