Tras 48 horas de sol y sin lluvias, varias aldeas de Baracoa aún están inundadas

Vecinos enfrentan constantes pérdidas económicas y dificultades de movilidad tras las lluvias.

PUERTO CORTÉS – A más de tres años de las devastadoras tormentas Eta y Iota, el sector de Baracoa, en el municipio de Puerto Cortés, sigue enfrentando graves problemas de inundaciones. A pesar de que han pasado 48 horas sin lluvias y el clima se mantiene soleado, amplias zonas, como el Cerrito y los Bajos de Baracoa, permanecen anegadas debido a la crecida del río Chamelecón y la falta de bordos que fueron destruidos por las tormentas en 2020.

Según los vecinos, antes de las tormentas, el área podía resistir días de lluvias intensas sin sufrir inundaciones. Sin embargo, la pérdida de los bordos ha dejado al sector vulnerable, afectando la calidad de vida y el valor de las propiedades. “Estas tierras han perdido su valor. Nadie quiere vivir aquí, los animales están muriendo, y cada vez que llueve, este lugar queda completamente inundado”, lamentó un residente.

El centro de Puerto Cortés también sufre inundaciones

La problemática no se limita a las áreas rurales. Los habitantes señalan que el centro de Puerto Cortés, anteriormente inmune a inundaciones, ahora colapsa tras pocas horas de lluvia. Intersecciones clave, como la Segunda Avenida, quedan intransitables debido a la acumulación de agua.

La capacidad de los dragantes ya no es suficiente para evacuar el agua. Nos dicen que las obras realizadas en la portuaria han bloqueado los pasos de agua, lo que ha alterado el flujo normal”, indicó un vecino, destacando que la innovación y las construcciones recientes parecen haber agravado la situación.

El impacto de las lluvias, combinado con las deficiencias en el sistema de drenaje, afecta tanto la movilidad como las actividades comerciales de la ciudad. “Antes llovía y el agua corría rápidamente. Ahora, en cuestión de una hora de lluvia, las calles están completamente inundadas, paralizando la circulación”, añadió otro testigo.

Los habitantes del Cerrito y del centro de Puerto Cortés enfrentan un panorama incierto. Aunque las lluvias han cesado temporalmente, la falta de medidas preventivas y la restauración de los bordos ponen en riesgo a la población cada vez que se avecina una tormenta.