San Pedro Sula. Una adolescente de 16 años y su bebé fallecieron en el Hospital Mario Catarino Rivas, luego de complicaciones derivadas de un embarazo que, según sus familiares, fue producto de una agresión sexual.
La joven permaneció hospitalizada por más de 12 días, tras ser sometida a una cesárea de emergencia. Desde su ingreso, aseguran sus parientes, su estado fue crítico. “Desde que salió del quirófano no volvió a reaccionar, estaba sedada. Nos dijeron que tenía problemas en el pulmón y en un riñón, pero ella nunca había tenido ninguna enfermedad”, relató un familiar visiblemente afectado.
El caso ha generado conmoción en la comunidad, no solo por la pérdida de la menor y su bebé, sino también por las dudas que han surgido en torno al manejo del proceso hospitalario. Los parientes denunciaron que, aunque en el centro asistencial les confirmaron que la criatura era una niña, el cuerpo que les entregaron corresponde a un varón.
De acuerdo con los testimonios de los familiares, la menor habría sido víctima de un abuso prolongado por parte de su padrastro, situación que salió a la luz solo hasta que fue hospitalizada. “Nosotros no sabíamos que ella estaba embarazada. Cuando lo supimos fuimos a interponer la denuncia, pero hasta ahora no hemos recibido respuesta. La persona señalada sigue libre”, aseguró uno de los dolientes.
Los familiares exigen justicia y que se investigue a fondo tanto el entorno del abuso como lo ocurrido en el centro hospitalario. “Esperamos que la muerte de ella y de su hijo no queden impunes”, manifestaron.